El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) anunció que el Gobierno de Suecia ha aportado 100 millones de coronas suecas (equivalentes a USD 12 millones) para ayudar a los agricultores rurales a adaptarse a un clima sujeto a cambios constantes y para colaborar en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en los países en desarrollo.
La contribución de Suecia apoya el compromiso del FIDA a invertir al menos USD 890 millones en medidas centradas en el clima para 2021. Las medidas incluyen mejorar la capacidad de resistencia de 24 millones de personas ante las crisis climáticas, así como colaborar con los países beneficiarios en la aplicación de las contribuciones determinadas a nivel nacional establecidas en el Acuerdo de París.
“Los efectos del cambio climático tienen un impacto mayor en las personas más pobres y vulnerables. Para asegurar los medios de vida de quienes dependen de la agricultura en pequeña escala, debemos mitigar las repercusiones del cambio climático y garantizar que esas personas sean más resistentes. El FIDA está en una posición inigualable para llegar a esas mujeres y esos hombres pobres y vulnerables”, mencionó Peter Eriksson, ministro de Cooperación Internacional para el Desarrollo de Suecia.
“El cambio climático no solo es un problema futuro. Es cosa del presente. Ya está afectando a la seguridad alimentaria y a los ingresos de los pequeños agricultores», señaló Gilbert F. Houngbo, presidente del FIDA.
“Quiero agradecer a Suecia su contribución adicional, que demuestra su reconocimiento del cambio climático como factor determinante de la pobreza y el hambre. Con ella, ayuda a garantizar que los agricultores puedan adaptarse y aumentar su capacidad de resistencia a las crisis climáticas, de forma que puedan seguir cultivando alimentos y manteniendo a sus familias”, añadió.
Esta contribución llega en un momento en el que África Meridional se enfrenta a su peor sequía en 35 años, con más de 11 millones de personas de nueve países que se enfrentan a situaciones de emergencia por inseguridad alimentaria. Los fenómenos meteorológicos extremos, como las sequías y las inundaciones, ejercen presión sobre los ecosistemas de los que dependen los pequeños agricultores, haciéndolos particularmente vulnerables al aumento del hambre y la pobreza y, a menudo, obligándolos a abandonar sus aldeas.
Las estimaciones indican que, en promedio, cada grado centígrado de aumento de la temperatura media mundial reduciría los rendimientos mundiales del trigo en un 6 %, del arroz en un 3,2 %, del maíz en un 7,4 % y de la soja en un 3,1 %, informó FIDA a INFOREGIÓN.
“Es necesario aumentar inmediatamente la inversión para que la población rural pueda aplicar medidas de adaptación y también para que pueda desarrollar su posible contribución con el fin de mitigar los efectos del cambio climático”. “Tenemos que asegurarnos de que los agricultores puedan seguir trabajando en sus tierras para garantizar la seguridad alimentaria, la paz y la estabilidad en el mundo”, agregó Houngbo.
Asimismo, Suecia es miembro fundador del FIDA y desde 1977, ha aportado al Fondo casi USD 440 millones en contribuciones a los recursos básicos. Además, ha aportado casi USD 10 millones al Programa de Adaptación para la Agricultura en Pequeña Escala, mayor programa mundial para la adaptación al cambio climático en favor de los pequeños agricultores, que proporciona el acceso a la información, las tecnologías y los instrumentos necesarios para aumentar la capacidad de resistencia al cambio climático.