En el marco del Día Mundial de la Alimentación, los ministerios de Agricultura y Riego (Minagri) y del Ambiente (Minam) reconocieron a las familias y comunidades conservacionistas de Puno, Huancavelica y Cusco. Dicho apoyo fue realizado en un trabajo conjunto con el Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA), la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y Wildlife Conservation Society (WCS)
La iniciativa busca revalorar y promocionar a los agricultores, sus familias y comunidades, quienes continúan realizando labores de conservación de los recursos genéticos de la agrobiodiversidad. La ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, resaltó el aporte que brindan los conservacionistas en beneficio de nuestro patrimonio natural a través de sus conocimientos ancestrales que permiten contribuir a la seguridad alimentaria.
“Ustedes son importantes y nos sentimos orgullos. Estamos poniendo en valor nuestra agrobiodiversidad. Hay que cambiar el chip y dejar de pensar que el desarrollo de un país es fierro y cemento, también hay que involucrar y reconocer nuestra diversidad cultural y la agrobiodiversidad”, aseguró la funcionaria durante la ceremonia que se llevó a cabo en el III Congreso de Áreas Protegidas de Latinoamérica y el Caribe (Caplac).
Agregó que es la primera vez que se reconoce el aporte que las familias peruanas andinas brindan a la conservación de los recursos naturales, tras resaltar el trabajo articulado entre el Minam y el Minagri.
Premio a familias
En el marco de esta actividad se otorgó el “Premio Nacional por la Conservación de la Agrobiodiversidad 2019” a las familias seleccionadas de los ámbitos de intervención del proyecto “Gestión sostenible de la agrobiodiversidad y recuperación de ecosistemas vulnerables en la región Andina del Perú a través del Enfoque de Sistemas importantes del Patrimonio Agrícola Mundial”. La iniciativa es impulsada por dichos portafolios con el apoyo de la FAO.
El reconocimiento de este año es por el trabajo en la conservación de los cultivos de maíz, papa y granos andinos. El premio consiste en una pasantía para cada familia en la Estación Experimental de Andenes de Zurite, en Cusco, del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) del Minagri. Allí, recibirán capacitación en el manejo integrado de plagas, principalmente. Este premio será financiado por el Proyecto GEF-Agrobiodiversidad del Minam.
En la ceremonia también participaron la viceministra de Políticas Agrarias del Minagri, Paula Rosa Carrión; el viceministro de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales, Gabriel Quijandría; la directora de la WCS Perú, Mariana Montoya; así como el oficial a cargo de la Representación de la FAO en el Perú, Alberto García de Romaña, entre otras autoridades.
El reconocimiento se entregó a los siguientes agricultores conservacionistas:
- Julio Constantino Paco Jove y su esposa, Delfina Amanda Peralta Illanes. Conservacionistas de 93 cultivares de quinua en la región de Puno, provincia de Azángaro, comunidad campesina de Chaupi Sahuacasi.
- Dámaso Pariona Ordóñez. Conservacionista de más de 250 variedades de papas nativas y miembro de la comunidad de Laria, Huancavelica.
- Juan Quispe Huamán y su cónyugue Renalda Solano de Pariona. Productores conservacionistas de 60 ecotipos de maíz adaptados. Pertenecen a la comunidad de Choquecancha, distrito de Lares, Cusco.
Primera zona de agrobiodiversidad
En otro momento de la actividad, el Minagri reconoció a los “Andenes de Cuyocuyo”, distrito de Cuyocuyo, provincia de Sandia, región Puno, como la primera zona de agrobiodiversidad del país, por su importante contribución como reserva alimentaria y de diversidad cultural, a través de la Resolución Ministerial n.° 342-2019-Minagri.
Seis son las comunidades las beneficiadas con la designación, que permitirá a Cuyocuyo promocionar el acceso de productos agrobiodiversos a los mercados nacionales e internacionales, y la implementación de programas sociales de alivio a la pobreza. Las zonas de agrobiodiversidad recibirán incentivos de asistencia técnica, semillas certificadas y acceso preferente a financiamiento, y fomento a la actividad turística.
Cuyocuyo representa 6.5 kilómetros de sistemas de andenes perfectamente conservados, donde se cultiva una importante diversidad genética, especialmente raíces y tuberosas andinas, que constituyen una importante reserva alimentaria y un enclave de la diversidad cultural vigente. Así como de prácticas y saberes ancestrales relacionados con la conservación de la agrobiodiversidad.
Cabe resaltar que los andenes de Cuyocuyo comprenden terrazas prehispánicas en seis comunidades campesinas: Cojene – Rotojoni, Puna Ayllu, Ura Ayllu, Huancasayani Cumani, Ñacoreque y Puna Laqueque, informó el Minam a INFOREGIÓN.
El reconocimiento de la zona de agrobiodiversidad “Andenes de Cuyocuyo” se logró gracias al trabajo conjunto entre las comunidades campesinas, la Municipalidad de Cuyocuyo, el Gobierno Regional de Puno, el Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA) del Minagri, el Minam y Wildlife Conservation Society (WCS).