El maestro Fidel Barrientos: Un tallador de realidades

Aunque Fidel Barrientos Bustos siente que su arte y el de muchos artesanos peruanos no son valorados en el Perú, su pasión por el tallado en piedra de Huamanga no se ha extinguido. Está convencido de que seguirá cultivando su arte hasta sus últimos días.

Hace más de sesenta años, Fidel Barrientos Bustos, natural de la provincia de Andahuaylas, en Apurímac, llegó a Lima para culminar sus estudios en Agronomía en la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) sin imaginar que descubriría su verdadera vocación. Motivado por su sobrino Antonio Romaní, comenzó a dedicarse a la restauración de obras. Así empezó a sumergirse en el fabuloso mundo del tallado, las pinturas, las cerámicas y las esculturas.

PRIMEROS PASOS

Con el maestro Rafael Larco vio por primera vez la piedra de Huamanga, aquella pieza que ama como si fuera la prolongación de su cuerpo, ese alabastro preciado al que ha aprendido a dominar y a moldear a su antojo. Como valiente heredero de la cultura chanka, no tuvo temor en trabajar su primer retablo en esta piedra. “Nunca había tallado, pero creí que era fácil y lo hice. Al ver mi obra, Rafael me dijo que no me fuera, que me iba a apoyar”.

Su talento también fue reconocido por Juan Manuel Eléspuru, director de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes, quien le dio la oportunidad de estudiar en la institución como alumno libre. Ahí descubrió las bondades de este material, así como del barro, la madera y el cuero. Mediante la técnica del policromado, muy difundido en tiempos de la Colonia, él perfeccionó su obra y le añadió pan de oro y plata para darle un estilo singular.

En sus tallados refleja pasajes de la mitología, la religiosidad, las costumbres andinas, la alegoría a los alimentos, como el choclo, hasta situaciones que afronta nuestra sociedad, como la escasez de peces. Cada una de sus creaciones presenta una característica particular, que las hace únicas y especiales frente a las demás. “Mis trabajos no se repiten. Aprecio  cada una de ellas: son como mis hijos. No podría elegir y decir cuál es mejor”.

Con sus obras, Fidel nos deja un gran legado en investigación sobre la piedra de Huamanga, material con el que ha sabido moldear, al igual que los maestros ayacuchanos, diversas figuras, como lámparas, retablos, esculturas e imágenes religiosas. Crea, además, toritos andahuaylinos, muebles en cuero repujado, tallas de madera con estilo barroco y un sinfín de artículos de cerámica con su toque personal.

POR TRABAJAR

Sus centenares de trabajos han sido elogiados por famosos intelectuales de nuestro país, como el premio nobel de literatura, Mario Vargas Llosa. Sus éxitos son su motivación para seguir trabajando y deslumbrando a su público. Hasta la fecha ha logrado posicionar sus tallados en importantes mercados internacionales, como Alemania, Japón, España, Inglaterra, Australia, Estados Unidos y Francia.

Luego de 58 años de trayectoria artística es consciente que aún falta mucho por hacer para mejorar la imagen del artesano peruano y valorar su labor en el Perú y el mundo. Le pide al Gobierno que capacite a los productores y fiscalice los productos artesanales que se exportan al exterior. “Las personas envían artesanías en mal estado. A veces engañan diciendo que está elaborado a base de cuero cuando en realidad es carnaza. Eso nos desprestigia”.

El admirador de grandes pensadores y artistas del Renacimiento, como Leonardo Da Vinci y Miguel Ángel, asegura que nunca se deja de aprender. Por eso, lee e investiga sobre las técnicas de tallados, no solo para mejorar sus obras, sino también para trasmitirlo a los jóvenes valores de la artesanía popular. Está convencido de que dejará de tallar sus piedras de Huamanga cuando muera, ese día recién terminará su labor.

DATO

El tallador andahuaylino Fidel Barrientos ha participado en ferias, exposiciones y diversos encuentros internacionales. En el 2002 obtuvo el primer lugar en el Premio Nacional Inti Raymi. En el 2003, el Congreso de la República le otorgó el título de maestro regional de la artesanía. Ese mismo año recibió la distinción de gran maestro de la artesanía peruana. En el 2009 se le nombró tesoro humano viviente de la nación.

La dirección para visitas y compras es en Luis Lituma Portocarrero 129, en el distrito limeño de San Miguel.