Debido al descuido y abandono que sufrieron al culminar su construcción, los módulos que se destinarán a labores de seguridad ciudadana se han convertido en la guarida y refugio de delincuentes, drogadictos y alcohólicos. Ellos han transformado estas construcciones en letrinas públicas y lugares de descanso.
Las obras que se encuentran en la etapa de acabado, especialmente las que se ubican en la avenida Sveen Ericcson y la Alameda Perú, son urinarios y puestos de defecación de los transeúntes. Estas áreas son usadas como posadas de drogadictos y alcohólicos, tanto de día como de noche.
La población ha señalado que las autoridades deberían actuar para solucionar el problema, ya que de continuar el abandono podrían traer graves consecuencias para la ciudad. En tanto, el alcalde provincial manifestó que pronto los inaugurará y pondrá al servicio de la ciudadanía.