Ocho mujeres mueren diariamente en América Latina y el Caribe víctimas de feminicidio. En el 2017 la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) registró 2,795 crímenes contra la mujer, cifra que puede crecer en el 2019 si se tiene en cuenta que sólo en enero de este año fueron asesinadas al menos 282 mujeres.
“El feminicidio es caracterizado por ser un crimen de género; es realizado por agresores cuya intención es dominar, ejercer control y negar la autoafirmación de las mujeres como sujetas de derechos, a través del uso de la violencia”, explica Liz Meléndez, directora del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, organización feminista.
Según ONU Mujeres, en la región se ubican 14 de los 25 países del mundo donde se comete el mayor número de feminicidios sin que los asesinos sean llevados a juicio, favoreciendo la impunidad. Asimismo, una de cada tres mujeres mayores de 15 años ha sufrido violencia sexual lo que, para la Organización Mundial de la Salud, constituye categoría de epidemia.
En números absolutos, Brasil encabeza la lista con 1,133 feminicidios en el 2017, pero “el fenómeno alcanza una extensión en El Salvador que no encuentra paralelo en ningún otro país de la región: la tasa de feminicidios por cada 100,000 mujeres en el 2017 fue de 10.2, la cual es seguida por Honduras, que en 2016 registró un 5.8. En Guatemala, República Dominicana y Bolivia también se observaron altas tasas para el año 2017, iguales o superiores a 2 casos por cada 100,000 mujeres. Solamente Venezuela, Panamá y el Perú registran tasas inferiores al 1.0 en la región”, indica el Observatorio de Igualdad de Género (OIG) de la CEPAL.
Aunque CEPAL señala que en el 2017 en México ocurrieron 760 casos de feminicidios, informaciones periodísticas aseguran que esa cifra alcanzó a 3,430 debido a que en algunos estados de ese país no está tipificado el delito de feminicidio. En Colombia, que no está incluida en los registros de CEPAL debido a que sólo se tipifica como feminicidio cuando es cometido por la pareja o expareja de la víctima, se produjeron 1,002 asesinatos de mujeres, pero sólo 144 se consideraron como violencia de género.
“América Latina y el Caribe es la región más desigual del mundo y la violencia machista es la expresión más extrema de la desigualdad entre mujeres y hombres. También es la región más violenta del mundo y además, la más violenta con las mujeres. En 2016, un total de 1,831 mujeres fueron asesinadas, y en 2015, 1,661”, señala la organización humanitaria británica Oxfam, en el informe “Rompiendo moldes: transformar imaginarios y normas sociales para eliminar la violencia contra las mujeres”, publicado en julio del 2018.
Campañas y movilizaciones
Si bien en la región se han dado grandes avances en la adopción de leyes para la protección de la violencia machista —16 países latinoamericanos y caribeños cuentan con normas contra la violencia hacia la mujer y 15 tienen tipificado el delito de feminicidio en sus legislaciones—, prevalecen creencias, comportamientos y normas sociales machistas profundamente arraigadas en la sociedad.
“La amenaza de muerte como una de las causas por las cuales una mujer no abandona una relación violenta es alarmante: seis de cada 10 mujeres y hombres jóvenes creen que las mujeres no salen de las relaciones de pareja violentas porque el hombre amenaza con matarlas, mientras que cinco de cada 10 creen que las mujeres consideran que la violencia que sufren es normal”, indica el estudio de Oxfam.
Responsabilizar a la víctima es una costumbre muy difundida tanto por hombres como por las mismas mujeres. “Qué habrá hecho para que la maten”, es una de las expresiones más frecuentes.
Se han puesto en marcha campañas dirigidas a mujeres para que puedan identificar una relación violenta y se han llevado a cabo multitudinarias movilizaciones, como “Ni una menos”, para tomar conciencia sobre el feminicidio, pero pareciera que no están teniendo el impacto esperado. Por parte de los Estados, se han creado comisarías de la mujer e impartido cursos sobre perspectiva de género dirigidos a personal judicial y policial. Sin embargo, en promedio, menos de 10% de las víctimas de violencia de género presenta denuncias.
En el caso del Perú, en el 2018 el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables atendió 12,839 casos de violencia sexual, 53,607 casos de violencia, 66,628 por violencia psicológica y 623 por violencia económica y patrimonial. Lo anterior suma a las 149 víctimas de feminicidio el pasado año y 13 sólo en enero del 2019.
En declaraciones a la prensa, el presidente peruano Martín Vizcarra aseguró que una de las metas de su gobierno es reducir la tasa de feminicidios y violencia hacia la mujer. Manifestó que 3% de los casos denunciados recibe sentencia y únicamente 29% de las mujeres víctimas de violencia presenta denuncia.
“Una meta que no es física, que es intangible, pero es algo que nos preocupa absolutamente a todos: la violencia contra la mujer. No podemos estar en esta situación, es inaceptable, estamos poniéndole garra, fuerza, acciones, pero tenemos que convocar a todos que nos acompañen en esta gran tarea de luchar contra la violencia contra la mujer”, dijo.
Fuente: Noticias Aliadas