Al menos 13 miembros del Ejército Peruano han muerto hasta el momento producto del atentado que sufrieron dos patrullas, con un total de 30 integrantes, que fueron emboscadas por fuerzas narcoterroristas cuando transitaban por un desfiladero del poblado de Sanabamba, en el distrito ayacuchano de Ayahuanco, provincia de Huanta,el jueves último, primer día del feriado largo por Semana Santa.
Los delincuentes hicieron estallar, desde una zona alta, más de cinco explosivos lo que ocasionó que, producto de la fuerza de la detonación, varios militares cayeran al fondo de una profunda quebrada.
Según el Comunicado Oficial 0012-2009 del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, hecho público en la víspera, la lista de fallecidos llega a trece, en tanto que la de heridos derivados al Hospital Militar Central es de cuatro, misma que incluye a un civil. Los desaparecidos, entre tanto, son dos.
Se detalla que quienes perdieron la vida producto del cobarde ataque son el capitán de infantería Fernando Suárez Pichilingue, los sargetos segundos Jimy Lozano Atonich, José Tuanama Fasabi, Rister Panayfo Isuiza, así como los cabos Lucas Sánchez Simón, Wenseslau Fasabi Salas y Felipe Mejía López.
Del mismo modo, perecieron los soldados Tedy Pacaya Ruiz, César Pinedo Macedo, Límber Silvano Manuyamam, Boris Flores Rengifo y Dennis Guerrero Pérez. También murió el cabo Robinson Macedo Cima.
Asimismo, se informa que los heridos trasladados al Hospital Militar Central son el sargento segundo José Huamán Silva, los cabos Luis Pérez Shuña y Julio Fernández Vargas y el civil Froilán Gutierrez Llantoy, integrante de comité de autodefensa del centro poblado menor de Sanabamba.
La historia se repite
Al parecer la historia de este cobarde atentado narcoterrorista se estaría repitiendo, pues el año pasado una patrulla de la Policía Nacional fue emboscada en Huanta durante la Semana Santa.
Según la versión del Comando Conjunto de las Fuerzas y el ministro de Defensa, Ántero Flores -Aráoz, las dos patrullas del Ejército pertenecientes a la base contrasubversiva de Sanabamba salieron a las 10 de la mañana del pasado jueves para realizar una labor de patrullaje como parte del plan “Tormenta”.
Seis horas después, a las cuatro de la tarde, las patrullas que actuaban en conjunto para tomar el control del pasaje del río Mantaro, ubicado en el poblado de Supichipampa, fueron sorprendidas con la detonación de explosivos cuando transitaban por la ladera del cerro Ccompata.
Los miembros de las Fuerzas Armadas no tuvieron tiempo para reaccionar y protegerse del ataque, por lo que fueron asesinados con granadas, dinamita y armas de largo alcance.
Se presume que ambos ataques se realizaron en simultáneo y fueron efectuados por el mismo grupo, pues las dos patrullas recorrían la misma ladera.
Fuentes militares aseguraron que algunos de los militares asesinados fueron rematados por los criminales narcoterroristas al resistir el ataque inicial.
«Ha sido una emboscada artera, cobarde que hace el narcotráfico»
Durante conferencia de prensa, el ministro Flores-Aráoz calificó la emboscada de «artera y cobarde» conjurada entre el senderismo y sus aliados narcotraficantes.
“Debemos expresar el pesar de las Fuerzas Armadas. Todo el mundo se siente mariscal después de la batalla. Ha sido una emboscada artera, cobarde que hace el narcotráfico (y Sendero Luminoso) y que demuestra que hay una asociación clara entre ellos”, señaló.
“Estamos recuperando las zonas cercanas a los acontecimientos, como es el caso del poblado Sanabamba recuperado hace ocho meses después de 8 años en poder de Sendero. Al igual que Huachocolpa, Cochabamba, Bidón, Vizcatán, Unión Mantaro, que ya han sido recuperadas gracias al accionar de nuestras fuerzas armadas”, añadió.
Del mismo modo, negó que los reclutados muertos en la emboscada no tuvieran experiencia en lucha contrasubversiva.
“Todos nuestros soldados son entrenados y tienen gran conocimiento de la selva, incluso ellos venían de Pucallpa. Ellos estaban haciendo patrullaje que era dirigido por un capitán del Ejército», precisó.
Aclaró que, si bien hay voluntarios que forman parte de la patrulla, hay profesionales con experiencia que dirigen las operaciones militares en zonas como el VRAE y el Valle del Alto Huallaga.
A su turno, el primer ministro Yehude Simon Munaro calificó la emboscada como una “respuesta desesperada” de los “rezagos del terrorismo” ante el avance de las Fuerzas Armadas en la zona del Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE).
“Frente al avance victorioso de la democracia hay este tipo de respuestas que no son de enfrentamiento directo, sino que emboscadas y huidas, y en esas circunstancias puede morir un soldado o un civil”, puntualizó.
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