La exposición al sol no solamente es la principal causa de cáncer de piel, sino también del envejecimiento prematuro a nivel epidérmico, señaló Alberto Lachos Dávila, cirujano radioncólogo del Centro Privado de Radioterapia Oncológica (Radioncología).
“Los rayos ultravioletas provocan la aparición de radicales libres, responsables de la oxidación celular y de la aceleración del proceso de envejecimiento de la piel. Arrugas y manchas que roban uniformidad y luminosidad y deshidratación son algunos de los daños que suma el tomar el sol”, agregó.
También dijo que una sola exposición solar con quemaduras en la infancia o adolescencia aumenta la posibilidad de desarrollar cáncer de piel en el adulto. Por eso, las medidas protectoras en los niños y adolescentes, ante la exposición al sol, son imprescindibles y necesitan una atención especial, pensando en el futuro.
Conociendo esto, solo resta decir que no se olvide de las siguientes recomendaciones:
- Busque la sombra, especialmente entre las 10 a.m. y 16:00 p.m
- Evite el bronceado y las cabinas de rayos UVA.
- Utilice un protector solar con un FPS de 15 o más, todos los días.
- Aplique 1 onza (2 cucharadas) de protector solar en todo el cuerpo 30 minutos antes de salir al exterior. Vuelva a aplicar cada dos horas.
- Cúbrase con ropa lo más que pueda, incluyendo un sombrero de ala ancha y gafas de sol con filtro UV.
- Mantenga a los bebés recién nacidos fuera del sol. Los protectores solares deben usarse solo en bebés mayores de seis meses.
- Examine toda su piel cada mes.
- De ser posible, consulte a su médico cada año para un examen de piel.