La Policía Nacional y el Ministerio Público detuvieron esta madrugada a 17 integrantes de la organización criminal “Los Castores de la Selva Central”, dedicada desde el 2014 a la tala ilegal de árboles en zonas y reservas naturales protegidas, así como del transporte y comercialización de productos maderables.
Los objetivos fueron cayendo de manera simultánea en Satipo, San Martín de Pangoa, Pichanaki, San Ramón, Coronel Portillo, Atalaya, Unión Junín y Lima. Entre los capturados aparecen altos funcionarios del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), se informó a INFOREGIÓN.
Detrás de “Los Castores de la Selva Central” se encuentra un clan familiar arraigado en la ciudad de Satipo (Junín), bajo la fachada de una empresa tipo aserradero llamada “Negocios y Maderas Bottpor”. La organización criminal estaba dirigida por Dorti Nélida Porras Anchiraico de Bottger, también conocida como ‘Doncella’. Para depredar los bosques se valía de documentación falsa que conseguía a través de cómplices en Serfor.
Sin embargo, era a ocho por tierras de Satipo, en punto denominado Quirishari (Ucayali), donde la organización criminal poseía un campamento para la extracción ilegal de madera. Para ello habían contratado a 15 operarios y adquirido diversas maquinarias. Ese lugar era la principal fuente de sus cuantiosas ganancias, hasta que fue allanado la mañana del miércoles por las fuerzas del orden.
Al frente del megaoperativo, denominado “Granizada 2017”, estuvieron la División de Investigaciones de Alta Complejidad (Diviac) y la Dirección de Inteligencia del Ministerio del Interior (Digimin). De la acción policial participaron un total de 240 policías y 25 fiscales especializados en crimen organizado. La meticulosa incursión policial en los distintos puntos hizo posible el allanamiento de 21 inmuebles y la incautación de nueve vehículos.
Depredación indiscriminada
Además de la cabecilla, los integrantes de “Los Castores de la Selva Central” se repartían funciones para cubrir toda la cadena de su ilícito negocio. De esa forma tenían un coordinador del transporte, un supervisor del mantenimiento de los vehículos, un administrador del aserradero, un maderero, un contador, un tramitador, choferes y un encargado de realizar los pagos a las autoridades públicas.
Entre sus filas, además, figuran tres empleados de Serfor, quienes fueron detenidos. Ellos han sido identificados como José Luis Crispín Llanco, ‘El Saltón’, administrador general de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (ATFFS) Selva Central del Serfor; junto con los consultores Jim Rodríguez Franchini, ‘Trucha’, y José Antonio Quisocala Canchaya, ‘Bocón’.
Según las investigaciones policiales, ‘Doncella’ había establecido vínculos con los trabajadores del Serfor y de la Autoridad Regional Ambiental del Gobierno Regional de Ucayali, quienes se encargaban de otorgarle los permisos de extracción forestal, burlándose de las leyes en materia de protección ambiental.
El proceso consistía en darle legalidad a la información contemplada en los Planes Operativos Anuales para la concesión de permisos de extracción, a sabiendas de que la referida documentación era irregular y carente de veracidad, lo que era pasado por alto durante las inspecciones de control.
Para ‘blanquear’ la madera de procedencia ilícita, engañaban a los verdaderos propietarios de las áreas de extracción. Primero eran inducidos al error, prometiéndoles supuestas compras de productos maderables que existían en sus terrenos. Luego suscribían supuestas “cartas poder”, para que a su nombre los integrantes del clan familiar realicen trámites administrativos ante las autoridades forestales responsables de emitir las autorizaciones.