Un grupo de comuneros organizados del centro poblado Villa Monte Castillo de la comunidad campesina San Juan Bautista de Catacaos, provincia de Piura, protegen más de 10 mil algarrobos, faiques y sapotes, que brotaron tras el El Niño Costero en esta parte de la región Piura.
El campo, que antes de las intensas lluvias lucía completamente desértico por la tala ilegal e indiscriminada, hoy tiene vida. Miles de especies forestales y arbustivas han emergido, atrayendo diversas especies de fauna silvestre como aves y reptiles.
Con el apoyo del Ministerio de Agricultura y Riego, a través del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), los comuneros de las asociaciones ‘Benjamín del Campo’ y ‘Cristo Rey’, de dicho centro poblado, se comprometieron a fortalecer su organización para prevenir la tala ilegal y los incendios forestales.
Isaías Ipanaqué, presidente de la Asociación Benjamín del Campo, explicó que para cuidar la regeneración natural, el trabajo consistió en limpiar la maleza del contorno de las plantas. Asimismo, se podaron los árboles de tamaño mediano, se informó a INFOREGIÓN.
“Los vamos a proveer de agua para que reverdezcan y más adelante nos den sombra, sirva para la ganadería y su fruto que es la algarroba. La alianza con el Serfor nos permite tener la esperanza que podemos aprovechar responsablemente nuestros bosques, que lamentablemente en el pasado fueron talados”, señaló.
Por su parte, Juan Otivo Meza, responsable de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (ATFFS) Piura, oficina descentralizada del Serfor, resaltó la organización y el esfuerzo de los pobladores de este sector del distrito de Catacaos, por revalorar la importancia ambiental, social y económica de los bosques.
Del mismo modo, reiteró que el Estado peruano, mediante la Ley N° 29763, Ley Forestal y de Fauna Silvestre, promueve el manejo sostenible de la flora y fauna silvestre, así como la formalización, a través de autorizaciones y permisos.