Demanda anual de harina de coca es sólo 9 toneladas y no justifica dictamen de comisión de Defensa

El experto en temas de narcotráfico, economista Jaime García, advirtió que la demanda real de harina de coca en nuestro país, según los reportes que tiene la Empresa Nacional de la Coca, ENACO, fue en el año 2008 de nueve toneladas, para lo cual se necesitan cuatro hectáreas cultivadas de hoja de coca.


 


En conversación con Diálogo Ciudadano, de INFOREGIÓN, el experto recordó en ese sentido que la producción ilegal de hoja de coca en el Perú suma más de 106 mil toneladas, que se obtienen sembrando más de 45 mil hectáreas.


 


“No existe ninguna evidencia real de que el consumo de la harina de coca pueda ser una salida a la industrialización y a la demanda legal. Creo que eso (el dictamen de la comisión de Defensa del Congreso que aprueba la industrialización de la hoja de coca) está distrayendo el tema y tratando de plantear una propuesta que debilita el ya débil control de la coca ilegal y favorece el narcotráfico”, opinó.


 


Consumo global tampoco justifica ingentes cantidades de sembríos de hoja de coca


García aclaró que la industrialización de la hoja de coca se viene desarrollando legalmente en el mundo pero sin llegar a justificar las grandes cantidades de terreno que se dedica a esa actividad actualmente.


 


“La hoja de coca se industrializa legalmente para diversos consumos. El consumo médico utiliza alrededor de 50 toneladas para hacer fármacos. El consumo de la Coca Cola, que es el mayor, usa unas 100 ó 150 toneladas, y los mates filtrantes que se requieren para todo el consumo anual en el Perú utiliza alrededor de 13 toneladas”, detalló.


 


Agregó que para toda esta industria global son necesarias unas 250 toneladas de hoja de coca, lo que significa entre 100 y 125 hectáreas de plantaciones.


 


“Sí hay una industrialización de la hoja de coca, pero es mínima y eso es lo que demanda el mercado global, cualquier otra cosa es irreal. Pretender que podemos industrializar cien mil toneladas no tiene ningún sentido y lo único que hacen es debilitar la política y la estrategia antidrogas”, resaltó