Los campesinos cocaleros del valle de La Convención no deben mezclarse con los del VRAE y el Huallaga pues estos últimos defienden una hoja de coca cuestionada por dirigirse al narcotráfico, mientras que los productores cusqueños la destinan al consumo tradicional, opinó el experto en estos temas de narcotráfico, Rubén Vargas.
“No les conviene mezclarse con aquella coca que sí está cuestionada como es la del VRAE y la del Huallaga”, opinó en entrevista realizada por el periodista Marco Nieto de Radio Visión de Quillabamba, Cusco.
Precisó que son justamente los cocaleros de esas otras cuencas los que están interesados en que la hoja de coca sea retirada de la lista número 1 de sustancias controladas de la Organización de las Naciones Unidas.
Al respecto, remarcó que con esta decisión, se estaría consiguiendo la liberalización del cultivo de la coca, hecho que no debería permitirse pues se trata de un producto que, lamentablemente, es utilizado por el narcotráfico para la fabricación de drogas cocaínicas.
“Mal hace La Convención en mezclarse y estar junto a aquellas organizaciones cuestionadas y que defienden la hoja de coca que va directamente a las pozas de maceración”, reiteró al referirse a la marchas que realizarán los defensores del cultivo irrestricto de la hoja de coca, en coincidencia con la reunión de la ONU en Ginebra donde se discutirá el pedido boliviano de retirar a la hoja de coca de la lista controlada.
Vargas pidió tener muchísimo cuidado y hacer una lectura adecuada y desapasionada de La Convención de Viena (en donde se incluyó a la hoja de coca en la lista de sustancias controladas) al tiempo que pidió madurez a quienes se presentan como asesores expertos y aseguran falsamente a los campesinos que la Convención sataniza a la hoja de coca y promueve su erradicación.
Alcances de La Convención de Viena
El especialista explicó que el tema de la hoja de coca continúa muy contaminado con criterios políticos ideológicos e intereses de ciertos personajes que promueven el enfrentamiento entre el sector cocalero y algunas instituciones de Estado.
Aclaró que las ideas que se han venido propalando desde años atrás en contra de la Convención de Viena de 1961 y de 1988 contienen argumentos inexactos y falaces.
“Se ha dicho que la coca está en la lista numero 1 de la Convención de Viena y eso significa la obligación que tiene el Estado de erradicar la hoja de coca a niveles de coca cero”, aseveró al señalar que eso no es cierto.
Del mismo modo, aclaro que es falso que “porque la hoja de coca está en la Convención de Viena exista un impedimento o prohibición de su posible industrialización”.
Sobre ello, explicó que “no podemos exportar a China o a cualquier país de Europa un producto como el mate de coca o la hoja de coca filtrante porque finalmente es la hoja de coca molida en su estado natural y podría ser usada por las mafias del narcotráfico para procesar cocaína”.
Explicó que por ese temor fundamentado es que la exportación tiene sus limitaciones y precisó que la Convención faculta a los países suscriptores a autorizar el uso de la hoja de coca para la elaboración de productos derivados con la única condición de que estén libres del alcaloide cocaína.
Finalmente, aclaró que la Convención de Viena tampoco prohíbe el consumo tradicional de la hoja de coca.