Sin motivo aparente, Eber Castrejón Lozano, propietario de un recreo turístico ubicado en la Bocatoma del río Cumbaza, cerró en forma arbitraria la carretera, bloqueando el paso de su vecino Roberth Jhon López del Águila, quien además es propietario de una pequeña playa ubicada en el río Cumbaza, denominada como Uritowasi.
Al abrir su carretera, muchos bañistas optaban por ingresar hasta Uritowasi, donde no se cobraba peaje ni se vendía ningún tipo de vianda, por lo que no correspondía ningún tipo de competencia con respecto a la Bocatoma. Además, los propietarios de predios contiguos se beneficiaban con la vía pues sacaban sus productos más rápido.
Sin embargo, Eber Castrejón, quien también es dueño de la tienda comercial “El Cajamarquino”, decidió ampliar su área de estacionamiento y destruir la mencionada carretera, convirtiéndola en un camino rural imposible transitar con vehículos. La antigua vía fue cerrada con piedras para evitar que pueda ser reabierta.
El guardián de la propiedad de Castrejón Lozano dijo que la razón por la que cerraron el paso fue que López del Águila se había presentado como un personaje muy conflictivo y que por ello habían decidido que “no le iban a dejar pasar más”. Igualmente, Eber Castrejón indicó que él podía hacer lo que quería en su propiedad.
López del Águila ha iniciado un proceso legal en contra de Castrejón Lozano exigiendo que se respete sus derechos en el lugar. Por otro lado, las pericias hechas arrojaron que de los 6 mil metros cuadrados que eran parte de la propiedad de Castrejón, él estaba haciendo uso de 7,200 metros cuadrados (1,200 más de las que le pertenecían), las mismas que incluían la desaparecida carretera de López del Águila.
Finalmente, los propietarios de la parte alta de la Bocatoma del Cumbaza exigen que se reabra esta carretera, pues están viendo condicionados desde sus métodos para el sembrado hasta el traslado de los productos que siembran.