Ante la baja en el precio del café y el cacao, el Estado debe subsidiar a los productores en Huánuco, San Martín y Ucayali a fin de evitar que retomen la siembra de hoja de coca ilegal y obtengan rentas y utilidades de su trabajo, opinó el economista Dennis Pereyra.
En diálogo con INFOREGIÓN, sostuvo que esta práctica es común en países industrializados, donde se subsidia directamente a los agricultores para que puedan tener la posibilidad de continuar trabajando y generando empleo permanente.
“Hemos hecho una propuesta, pero hablar de subsidios en nuestro país es una herejía, pues a muchas autoridades no les gusta”, reclamó Pereyra al señalar, no obstante, que este sistema se aplica en la costa peruana para el caso de las plantaciones de algodón.
“Por qué no pensar en un sistema de subsidio directo para que los productores de cacao y de café tengan una especie de “precio refugio”, una suerte de precio que garantice o pueda dar al productor la posibilidad de capitalizar”, precisó.
“Antes solo se cubría el costo de producción. Eso es comprar pan y vender pan. Lo que quisiéramos es que los productores tengan renta, utilidades, que son las que generan valor, empleo permanente y mejores condiciones de vida”, apuntó.
Precios venidos a menos son muy superiores a los de inicios de década
El economista indicó en otro momento que, a pesar de la caída en el precio del café y el cacao, los productos siguen teniendo precios bastante más altos que los que se pagaban en el año 2001.
Dijo que durante la campaña 2008, en Huánuco se alcanzaron cotizaciones de S/. 6.50 por kilo de cacao en chacra, precio que hoy se encuentra en los S/. 4, lo que no representa una baja extrema si se le compara con los S/. 2 que se pagaban en el año 2001 por el mismo producto.
“En San Martín, era menor todavía (el precio del cacao), pues en promedio en 2001 se pagaba por kilo S/. 1.76 y el año 2008 se ha pagado S/. 6.15. Eso significa que la producción ha sido sustentada por el precio”, destacó.
Finalmente, reiteró que la caída de los precios seria una oportunidad para que se puedan hacer recomendaciones, subsidios por única vez, sobre todo para aquellos productores que ya han apostado por el cacao y el café.