El Gobierno de Turquía reforzó su presencia en el norte de Siria, donde trasladó camiones militares con municiones, dos tanques adicionales y varios vehículos blindados destinados al transporte de tropas. Cabe señalar que el ejército de Turquía decidió implementar esta medida después de que dos tanques turcos sufrieron un ataque perpetrado por las milicias YPG.
No obstante, los ataques aéreos perpetrados por el ejército turco en la localidad de Yeb al Kusa, en el norte de Siria, dejaron un saldo de veinte muertos y cincuenta heridos. Sin embargo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos no descartó la posibilidad de que la cifra de muertos continúe aumentando debido a la gravedad de las lesiones de los heridos.
Asimismo, se informó que dos aviones de combate turcos despegaron este sábado de la base aérea de Incirlik con el fin de perpetrar un ataque contra un depósito de municiones del YPG, situado en el norte de Siria. Sin embargo, el aeropuerto internacional de la ciudad de Diyarbakir, en el sureste de Turquía, fue embestido con un ataque aéreo que incluyó el lanzamiento de cuatro misiles. No obstante, se informó que este ataque ocurrió en una zona vacía del aeropuerto, y por lo tanto, no causo víctimas.
Ante esta situación, se procedió a trasladar a los pasajeros y trabajadores hacia el interior del aeropuerto con el fin de evitar que otro atentado cause la pérdida de vidas humanas. Sin embargo, se reveló que este ataque no logró detener los vuelos programados, ya que el aeropuerto continúa operando durante las 24 horas del día.
Cabe recordar que en julio del año pasado, el grupo terrorista PKK y el Gobierno de Turquía decidieron detener un alto al fuego que se mantuvo vigente durante dos años. Desde entonces, se reportó la muerte de más de 600 agentes de seguridad turcas y de miles de rebeldes que perdieron la vida por causa de los enfrentamientos entre el Estado turco y los guerrilleros.