El Gobierno papú dispuso el cierre del campo de retención de migrantes de la isla de Manus, ubicado en Papúa Nueva Guinea, donde se encuentran recluidos cientos de migrantes que llegaron a territorio australiano solicitando asilo a las autoridades.
Cabe señalar que el traslado de los migrantes a los campos de retención forma parte de la política australiana de inmigración que no permite el ingreso de refugiados en el territorio de este país. No obstante, la corte suprema papú calificó a esta política como ilegal y anticonstitucional por las condiciones infrahumanas en las que viven los migrantes que son traslados a estas zonas.
«Papúa Nueva Guinea y Australia están de acuerdo en que se debe cerrar el centro. Es importante no precipitarse en este proceso que debe llevarse a cabo de manera cuidadosa», declaró el primer ministro papú, Peter O’Neill.
Por su parte, las organizaciones que luchan por la defensa de los derechos humanos mostraron su rechazo hacia la rígida política de migrantes que vienen aplicando las autoridades australianas. Además, condenaron las pésimas condiciones que tienen que afrontar los refugiados en en los centros de retención.
Por otro lado, el ministro australiano de Inmigración, Peter Dutton, indicó que su gobierno contempla la posibilidad de trasladar a los refugiados hacia sus zonas de origen o instalarlos en Papúa Nueva Guinea. No obstante, señaló que no se modificará la política de migración de Australia y no se permitiría el ingreso de los refugiados de este campo de detención a territorio australiano.
«Nuestra posición, reafirmada hoy en Papúa Nueva Guinea, es que ningún ocupante del Centro de Tratamiento Regional de la Isla de Manus podrá instalarse nunca en Australia», destacó Peter Dutton.
Cabe señalar que en el año 2013, Australia lanzó la operación “Fronteras Soberanas» para impedir que los refugiados ingresen a este país por el mar, ya que la marina se encarga de devolver a los barcos con migrantes hacia su punto de tránsito. Sin embargo, los migrantes que logran llegar a la costa australiana son expulsados a campos de retención en terceros países.
Además, se indicó que en junio, esta medida permitió impedir el ingreso de 28 embarcaciones que trasladaban a 734 personas. Cabe señalar que muchos informes revelan que los migrantes son víctimas de agresiones físicas y psicológicas dentro de los centros de retención.