Continúa la guerra. Rusia está avanzando en su propósito de combatir el terrorismo en Siria y poder beneficiar a Bashar al-Assad, presidente sirio y aliado político de los rusos. Estos avances han sido posibles gracias a la utilización de una base en Irán para poder perpetrar bombardeos en territorio sirio en disputa.
Los objetivos han sido dos. En primer lugar, el Estado Islámico, grupo yihadista extremista que ha tomado gran parte del control territorial de Siria. En segundo lugar, el Frente Al Nusra, principal opositor al régimen de al-Assad.
Desde los medios de comunicación rusos, se informó que es la primera vez que esta potencial mundial utiliza territorio iraní para efectuar operaciones bélicas. Cabe mencionar que la participación de Rusia en el conflicto sirio data desde el 2015.
Estos bombardeos perpetrados fueron confirmados por el Ministerio de Defensa del país europeo. Se reveló que los aviones de combate utilizados fueron el Tupolev-22M3 y los Sukhoi-34, quienes salieron de Hamedan (Irán) y atacaron las provincias de Aleppo, Deir Ez Zor e Idlib.
Asimismo, el Ministerio de Defensa ruso explicó que los bombardeos dejaron un saldo de cinco arsenales destruidos, varios campos de entrenamientos arruinados, tres puestos de mandos derribados y una gran cantidad de guerrilleros muertos.
“La cooperación bilateral en la lucha contra el terrorismo en Siria es de carácter estratégico, compartimos nuestro potencial e instalaciones», aseguró Ali Shamkhani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán.