Dejó la coca ilegal por la palma aceitera y hoy es un próspero empresario

Victorio Flores, agricultor y ex cocalero del valle de Shambillo, dijo que gracias al apoyo de Naciones Unidas y a la inyección económica del Programa de Desarrollo Alternativo, PDA, ahora es un pequeño empresario de palma aceitera.


 


“Antes del año 2000 casi todos los agricultores del valle nos dedicábamos a la siembra de la hoja de coca, pero gracias al estímulo de las Naciones Unidas y al aporte económico del PDA iniciamos el cultivo de la palma aceitera y ahora nos hemos convertido en empresarios”, indicó.


 


Acotó que muchos ex cocaleros son ahora accionistas de la empresa Oleaginosas Padre Abad Sociedad Anónima, OLPASA, que se encarga de transformar y comercializar productos derivados de la palma aceitera.


 


El agricultor, propietario de diez hectáreas de palma, manifestó que no se arrepiente de haber cambiado la coca por ese cultivo.


 


Al contrario, enfatizó sentirse muy orgulloso por haber apostado por un cultivo que le genera ingresos familiares legales para sostener su hogar y educar a sus hijos» remarcó.


 


“Ahora estamos confiados en que nuestros hijos no solamente serán agricultores, sino que también podrán forjarse como profesionales y contarán con mejores posibilidades para salir adelante en sus vidas”, sostuvo.


 
Genera puestos de trabajo
 

Flores precisó que actualmente en su parcela tiene una producción anual de 18 toneladas por hectárea, lo que le permite un ingreso de 2000 soles mensuales, en apenas cinco hectáreas.


 


Dijo que para cumplir con las labores de mantenimiento y cosecha de la palma aceitera cuenta con dos operarios, generando puestos de trabajo en la zona.


 


Finalmente, señaló que la caída de los precios de la palma aceitera no afectará a aquellos agricultores que le dan un buen mantenimiento a sus cultivos, ya que un buen producto siempre compensa los bajos precios.