El gobernador de Aucayacu, Víctor Laví Mendoza, calificó de lamentable el derribo de la torre de energía eléctrica ocurrido en Shapajilla y que dejó sin luz a miles de pobladores de las localidades de Tocache, Uchiza, Nuevo Progreso y Aucayacu, pues se trata de un hecho que fomenta el atraso y la violencia en el Alto Huallaga.
Laví Mendoza recordó que ese atentado hace retroceder al Alto Huallaga a las décadas de los ochenta y noventa, cuando a diario, en distintos puntos del país, se derribaban tres o cuatro torres de energía eléctrica.
“Ese acto es condenable, venga de quien venga, porque nos perjudica a todos, especialmente a comerciantes y empresarios que vienen operando en la zona en bien del desarrollo de la región. Ya no queremos vivir épocas de violencia como las que vivimos en tiempos pasados”, manifestó.
En contra de la Paz del Alto Huallaga
No se atrevió a especular sobre la autoría de los presuntos responsables del acto sedicioso, pero dijo que los responsables buscan desestabilizar la paz que reina en el Alto Huallaga.
“Los pobladores de los caseríos deben organizarse para cuidar las torres de energía eléctrica, con la finalidad de que no sufran averías”, sentenció.