DIRANDRO decomisó 100 kilos de droga en sofisticado laboratorio perteneciente a cárteles mexicanos

Una espectacular operativo antinarcóticos ejecutó la DIRANDRO en el peligroso valle del Monzón contra mafias de narcotraficantes ligadas con cárteles mexicanos de la droga, con el uso de modernos equipos de comunicación satelital y diez unidades móviles de doble tracción.


La acción policial, llevada a cabo por cerca de 70 efectivos antidrogas, permitió incautar aproximadamente de 100 kilos de droga, armas y equipos de comunicaciones, junto a la destrucción de un moderno laboratorio de elaboración de clorhidrato de cocaína.


El operativo se inició en la madrugada de hoy, cuando el convoy policial partió rumbo a la localidad de Nueva Selva, en el sector de Cuyacu, en el valle del Monzón y a 59 kilómetros de Tingo María.
El desplazamiento de las unidades móviles y de los agentes especializados, dotados de binoculares y visores infrarrojos, se produjo con el más absoluto sigilo.


Una vez en la zona, los aparatos satelitales se encargaron de ubicar las coordenadas exactas del moderno laboratorio de fabricación de droga. Minutos después, los agentes antidrogas fueron desplegados en tres frentes de ataque.


La instalación fue rodeada a las cuatro de la madrugada. Segundos después, varios presuntos narcotraficantes fueron detenidos cuando se alistaban a reiniciar sus labores de procesamiento de droga: Marcelino Trinidad Palomino, Genaro Liñán Vilca, Keler Lloclla Miraval, Samuel López Atencio, Leoncio Ramos Mautino, Antonio Morales Yauri y Luis Ginés Barrionuevo Modesto.  


En el lugar se encontró gran cantidad de paquetes precintados «tipo tamal» con clorhidrato de cocaína y algunas bolsas con Pasta Básica de Cocaína, lo que sumó un total de 100 kilos de droga.
El laboratorio estaba equipado con hornos microondas, balanzas de precisión electrónica, alambiques y otros implementos. Lo que llamó la atención de la policía fue el uso de prensas industriales que funcionan con gas comprimido.


Asimismo, se encontraron dos pistolas automáticas de 9 milímetros y municiones diversas. En el mismo lugar fueron destruidas dos toneladas de acetona y 20 pipas de ácido clorhídrico, insumos químicos fiscalizados que los narcotraficantes desvían para la producción ilegal de droga.


De acuerdo con fuentes policiales, la droga que se elaboraba en ese laboratorio era financiada por los cárteles mexicanos, mafias que han hecho del valle del Monzón su principal centro de producción de cocaína.