El Parque Nacional del Manu, una de las maravillas ecológicas del mundo, que se ubica en el Perú, es un bosque natural repleto de animales exóticos y aventuras por doquier del que hablan en el Nat Geo o en Discovery Chanel, y que es uno de los mejores lugares turísticos, comentó el biólogo Julio Magán Roeder.
Ubicado entre los departamentos de Cusco y Madre de Dios, en el sureste peruano, desde la sierra andina hasta las planicies amazónicas el Manu, es uno de los lugares más diversos del mundo en términos de biodiversidad y ecología; con altitudes que oscilan entre los 4,300 y 200 metros sobre el nivel del mar.
Es importante señalar, además, que en este remoto paraje escondido de la civilización occidental, considerado por la UNESCO en 1987, como patrimonio cultural de la humanidad, se pueden observar jaguares, águilas arpías y gigantes nutrías de río.
«Llegar no es tarea sencilla y puede estar, a primera vista, lejos del alcance del tiempo y los bolsillos; sin embargo, para los buenos caminantes no hay obstáculo que impida llegar al destino final, más en estos tiempos de carreteras Interoceánicas y otras posibilidades de ingreso a este jardín del Edén que muy pocos visitantes han podido conocer» enfatizó Magán, quien también es fotógrafo, y ha realizado una extraordinaria serie de fotos del Manu.
En ese sentido, comenta que para llegar al Manu hay diferentes caminos. El primero parte de Puerto Maldonado, capital de Madre de Dios donde se toman unos colectivos que por S/.50.00 llevan a los visitantes hasta Puerto Carlos.
«Cruzamos el río Iñambari hasta Santa Rosa donde podemos tomar un colectivo, a 30 nuevos soles, hasta Boca Colorado y luego en bote dos horas hasta Blanquillo. La segunda opción es partiendo de Cusco por tierra hasta Puerto Maldonado, 18 horas de viaje. Repetimos el camino anterior, pero con la inmensa aventura de haber pasado de los valles y punas andinas a la jungla salvaje».
Otra de las rutas para llegar es la conocida como De los ornitólogos, por la gran cantidad de especies de aves que se pueden observar en el camino, pasando por el Valle Sagrado del Cusco, Pilcopata (pernocte), Puerto Atalaya y desde ahí en bote hasta Blanquillo.
«Si no tienes mucho dinero para hospedarte en un lodge, te recomendamos acampar en las playas que se forman en las orillas del río cuando éste disminuye su caudal. La vas a pasar genial», finalizó Magán.
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