El analista en temas de narcotráfico, Jaime García, sostuvo que el gobierno debe redoblar los esfuerzos y presupuestos destinados a los programas de desarrollo alternativo en las zonas afectadas por el accionar del narcotráfico, como el Alto Huallaga y el valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE.
Señaló que a esto se debe agregar las labores de interdicción que desarrollan las fuerzas del orden, «no solo en lo que es destrucción de pozas de maceración, sino también en la destrucción de laboratorios y la desarticulación con inteligencia de bandas del narcotráfico», dijo en diálogo con INFOREGIÓN.
En ese sentido, resaltó la importancia del papel del Programa de Desarrollo Alternativo que ejecuta DEVIDA.
«La reducción de cultivos ilegales es un hecho real. En la región San Martín, hace 20 años había, 20 ó 22 mil hectáreas de cultivos ilegales, hoy son menos de mil hectáreas, según información de la ONU», ejemplificó García.
Agricultores cocaleros intervienen en producción de drogas
En otro momento, el doctor García precisó que en los últimos años, la producción de cocaína se viene haciendo directamente en los valles cocaleros, por acción de los propios campesinos cocaleros que ya no solo se dedican al cultivo de la hoja de coca, sino que ahora también intervienen en la producción.
«El año pasado se han destruido más de dos mil pozas de maceración a nivel nacional. Si estimamos que esas destrucciones de pozas de maceración corresponden al 20 por ciento del total, entonces existirían entre ocho mil y nueve mil, hasta diez mil pozas de maceración en todo el país», refirió.
Agregó que «para realizar tal cantidad de pozas de maceración se requiere una gran cantidad de personas, lo que permite deducir que lamentablemente, ya existirían campesinos cocaleros que se están integrando a la cadena del narcotráficonarco».
Gobierno debe escuchar «alerta» que envía la violencia en México
Sobre el reciente ataque que habrían perpetrado elementos del narcotráfico a la estación de Televisa en Monterrey , en México, García lamentó la situación que vive ese país, e invocó al gobierno peruano a «escuchar la voz de alarma» que se podría replicar en nuestro territorio.
«Creo que la forma como viene avanzando el narcotráfico (en México) debería ser una voz de alarma porque en el Perú se ha recrudecido el accionar de parte de los sicarios del narcotráfico y también de los remanentes de Sendero Luminoso, tanto en el Alto Huallaga como en el VRAE», comentó el especialista.
Sostuvo que el tema de la inseguridad ciudadana por causa del accionar de las mafias del tráfico de drogas es un tema que se debe ver con mucho cuidado, «porque acciones similares se están dando en nuestro país y podrían llevarnos a situaciones más peligrosas».
No obstante, aclaró que no estamos cerca de la situación de crisis de seguridad que tiene México, pero dijo que el hecho de que mafias mexicanas actúen en el Perú puede hacer que se trasladen esos comportamientos delincuenciales a nuestro país.