Es casi inexistente el control del desplazamiento de niños en rutas del interior del país

En el Perú, el control ante el desplazamiento de niños y adolescentes en las rutas del interior del país es casi inexistente, pues de cada 100 menores que viajan, 99 lo hacen sin el permiso notarial y certificado de sus padres.


Así lo señaló el subdirector de CHS Alternativo, Alberto Arenas, quien detalló al respecto que en Lima, el Colegio de Notarios solo consigna 20 mil autorizaciones para viaje de menores al año.


Dijo que para tener una mejor visión de la dimensión del problema se debe considerar que las estadísticas oficiales del Ministerio de Transportes y Comunicaciones señalan que se venden 63 millones de pasajes a nivel nacional cada año.


«Si uno revisa las cifras, se puede dar cuenta de que un gran porcentaje de los menores que se trasladan a nivel nacional no cuenta con la debida autorización», estimó en entrevista con Diálogo Ciudadano, programa de INFOREGIÓN.


Veeduría «Mirada Ciudadana» analiza preocupante situación 
El experto precisó que a partir de la promulgación del reglamento de la Ley contra la Trata y el Tráfico Ilícito de Migrantes, la veeduría «Mirada Ciudadana», que lleva adelante CHS Alternativo, viene realizando un análisis de las responsabilidades que tiene cada uno de los sectores del Ejecutivo en relación con su implementación.


Así, detalló que una de estas responsabilidades es la que le corresponde al Ministerio de Transportes y Comunicaciones de vigilar y hacer cumplir que los menores de edad que se trasladan al interior y fuera del país cuenten con la respectiva autorización.


En ese sentido, recordó que el documento notarial debe ser solicitado al momento de emitir el boleto de viaje de un menor de edad, en el caso de que no viaje con al menos uno de sus progenitores. Del mismo modo, sostuvo que el mismo control debería ocurrir en las garitas de control a lo largo de la ruta.


Arenas precisó que de realizarse este control se podría ayudar a combatir la trata de menores pues en estos casos muchas veces las víctimas son captadas en las zonas amazónicas para luego ser trasladadas a la costa o a la región andina.