El retraso en las reparaciones se debe la falta de participación de las autoridades locales

Ronel Hidalgo Huertas, encargado de la Comisión Multisectorial de Alto Nivel, CMAN, para el Programa de Reparaciones Colectivas, declaró que el Estado busca reconocer la dignidad de los pueblos afectados por la violencia política que se vivió en el Perú.


Precisó que la finalidad del plan es generar mayor confianza en los pobladores y olvidar la etapa triste de la historia de violencia reciente que vivió el Perú.


Destacó que para cumplir las metas es necesario que los tres poderes del Estado participen en acciones que beneficien a las poblaciones más alejadas del territorio peruano.


“¿Cómo podemos conversar sobre el respeto a los derechos humanos cuando todavía existen comunidades que no cuentan con servicios básicos ni con carreteras para trasladarse sin ningún peligro?” se preguntó.


Precisó que todavía, el camino para aliviar las necesidades de los pobladores es largo.


Indicóp sin embargo que el gobierno ha instaurado otros programas en diferentes localidades para avanzar en las promesas de reparación colectiva a las víctimas de la violencia.


En ese sentido precisó que en el 2008, se efectuaron 88 obras, de las cuales fueron concluidas 33 y quedan pendientes 55. 


El funcionario explicó que el retraso de las reparaciones se debe a que las autoridades locales no participan directamente en le ejecución de las obras porque no cumplen las exigencias para un mejor desarrollo de los proyectos.


Se necesitan mayores recursos económicos, profesionales y técnicos en las zonas afectadas por la violencia.


Hidalgo Huerta denunció también que en algunos casos los alcaldes no le dan la importancia debida a la obra porque la población de las comunidades no representa un importante caudal de votos para los próximos procesos electorales.