Los Green Building o construcciones sustentables

Ciertamente, la importante Cumbre Climática en París (COP21) que se llevará a cabo en el mes de diciembre del presente año, nos hacer reflexionar sobre la necesidad de tomar medidas concretas y eficaces en relación al medio ambiente para prevenir una hecatombe de escala mundial.

Diversos medios han alertado ya sobre las consecuencias dramáticas para la vida terrestre si los líderes mundiales que se reunirán en la COP21 no llegan a un acuerdo significativo que sea decisivo.

Una de las medidas que están sobre la mesa de debate es la inversión por parte de los países desarrollados para crear y desarrollar tecnologías respetuosas del medio ambiente en aquellas naciones pobres y, también, en las de economías emergentes. Si tal proyecto se concreta, una de las maneras para trabar la escalada de la temperatura global y fomentar el respeto por la tierra puede, efectivamente, convertirse en un fenómeno común. Hablamos de la construcción sustentable.

Este tipo de construcción, conocida popularmente como Green building (“construcción verde), visa erigir edificios que cumplan con los estándares impuestos por el sistema de certificación de construcciones sostenibles, denominado como Leadership in Energy&EnvorimentalDesign (LEED). Este sistema fue creado por el consejo de la Construcción Ver de los Estados Unidos de América y fue adoptado por muchas instituciones nacionales cuya función es supervisar los temas ambientales de su territorio.

Existen, resumidamente, cinco criterios que un edificio debe cumplir para que sea considerado cumplidor del LEED, estos son:

Sustentabilidad: los recursos y las tecnologías sustentables deben ser utilizadas por el edificio.

Conectividad: el proyecto debe considerar que el hombre tiene una relación íntima con la naturaleza y, por esto, se debe respetar este lazo intrínseco de la condición humana.

Progreso: se deben efectuar estudios con resultados irrefutables que demuestran que no habrá ningún impacto negativo sobre el medio ambiente, la comunidad y la economía de la zona.

Inclusión: es importante que en todas las etapas de la edificación la comunidad participe activamente; posteriormente, se espera que la manutención sea una responsabilidad compartida con la comunidad.

Equidad: tiene que existir un visible respeto por las poblaciones que vivirán en las inmediaciones, así como también por sus respectivas culturas. El proyecto debe tener en mente siempre todos los estratos de la sociedad.

Existen en diversos puntos del mundo muchos ejemplos de edificaciones que cumplen con estos requisitos y que están certificados por el LEED, como la Facultad de Administración de la Universidad Vancouver Island de Canadá (la primera que fue certificada) o el Parlamento Alemán en Berlín.

De igual manera, muchos arquitectos han logrado realizar trabajos admirables que tienen, al mismo tiempo, un cariz humanitario y honesta consideración en relación al planeta. Existen dos personalidades modélicas que recientemente sobresalieron en el ámbito de la arquitectura internacional.

El primero es el japonés Shigeru Ban, que fue el ganador del premio Pritzker (llamado el Nobel de la arquitectura) el año pasado. Su fama se ha ido incrementando rápidamente, y existen varios artículos laudatorios sobre sus obras. Éstos suelen afirmar que los trabajos de Ban se destacan por la utilización inteligente de materiales reciclados que permiten construcciones a precios accesibles y, sobre todo, de mucha calidad y vistosidad. Es verdad, pues basta admirar obras como la catedral de cartón que este arquitecto creó en Nueva Zelanda para verificar que Ban consigue resultados útiles y hermosos a la vez.

Hace poco, después de casi 90 años, se concluyó una de las obras del eminente arquitecto americano Frank Lloyd Wright que falleció en 1959. Lo que demuestra que su valor sigue siendo respetado. Es que este ingenioso arquitecto nos demostró claramente ideas revolucionarias sobre lo que él denominaba arquitectura orgánica, que, posteriormente, vendrían a ser fundamentales para el desarrollo de mucha de la arquitectura que se preocupa con el ambiente hoy en día. Lloyd Wright tenía la firme convicción que un edificio no debía estar construido meramente sobre una montaña o en una ciudad, más bien, debía pertenecer a esta montaña y a esa ciudad, y en toda circunstancia actuar como un beneficio para todo lo que rodeaba la construcción; en otras palabras, todo debía ser natural, como si el concreto fuese material orgánico.