Lorenzo Castillo, gerente general de la Junta Nacional del Café (JNC), advirtió que la provincia de Sandia (Puno), que una época fuera una zona de producción de café de alta calidad, está pasando a convertirse en zona cocalera en favor del narcotráfico.
“Los campesinos de café que no tienen recursos para reactivar sus cafetales, han tenido que cultivar hoja de coca. Y eso, no porque quisieran, sino impulsados por el hambre y la necesidad”, manifestó a INFOREGIÓN.
El fenómeno ha perjudicado a toda la organización de productores de Sandia, quienes no pueden atender los contratos ya pactados con Europa, lo cual es preocupante, según dijo.
Asimismo opinó que los cientos de productores de café de calidad de esta provincia, necesitan con urgencia la inyección de dinero fresco para impulsar la recuperación de los cultivos y no caer en las garras de las mafias de la coca y el narcotráfico.
Las cooperativas Cecovasa y El Oro, que agrupan al 95% de la producción, están trabajando intensamente a nivel técnico pero casi con recursos propios, intentando generar alianzas. Pero es esfuerzo es insuficiente, indicó.
El directivo pidió al gobierno central que se involucre en la solución del tema, y dijo que por ejemplo se necesitan 20 millones de soles para emprender un proceso de renovación de unas dos mil hectáreas de café de las 10 mil que hay en la zona en la actualidad.
ESPERAN APOYO DEL ESTADO
En tanto, Javier Cahuapaza Mamani, gerente general de la Cooperativa del Valle de Sandia (Cecovasa), coincidió en señalar que la caída del café en Sandia es resultado del crecimiento de los cultivos de coca.
Cahuapaza Mamani informó que hace cinco años se producían hasta 127 mil quintales de café en los mejores momentos, pero que en los últimos años la cosecha se ha reducido.
Tal escenario adverso viene afectando a los productores, muchos de los cuales se sienten tentados de cambiarse al cultivo de coca. Este año se esperan obtener entre 20 y 30 mil quintales de café. Entre tanto, la hoja de coca sigue creciendo.
La agresividad de la roya del café, que atacó los cultivos en forma muy agresiva y no pudo ser detenido en su oportunidad, así como la relativamente tardía reacción del Estado para apoyar con asesoría técnica, también causó un impacto negativo.
“Para enfrentar este escenario adverso, los productores han tenido que reducir los sueldos de sus colaboradores, despedir a muchos trabajadores en el campo y tratar de cumplir con los contratos al exterior, que ha sido difícil por la baja productividad”, indicó.
El dirigente dijo que, para afrontar esta situación, han tenido que pedir café a productores de otras zonas, lo que ofrece el panorama difícil que se vive entre los cafetaleros del valle de Sandia. También expresó su temor ante la mafia cocalera.
“No queremos enfrentarnos a los productores de coca. Se trata de una economía muy grande y poderosa. Nosotros vamos a trabajar con el café y esperamos el apoyo del Estado para recuperar los volúmenes de producción y ubicar nuevos mercados”, indicó Cahuapaza Mamani.