El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó hoy durante la clausura de la Conferencia Internacional sobre Biocombustibles, realizada en Sao Paulo, que los recientes hallazgos petroleros en su país no modificarán la política de producción de biocombustibles que viene aplicando.
Enfatizó que “los nuevos hallazgos de petróleo no disminuyen ni un milímetro nuestro programa de biocombustibles», aludiendo al anuncio de la estatal Petrobras sobre el descubrimiento de hasta 2.000 millones de barriles de petróleo liviano en profundos yacimientos en el lecho del Océano Atlántico.
«Es un petróleo de buena calidad y muy importante para Brasil o para cualquier país, pero eso cuesta muy caro. Una plataforma vale cerca de 2.000 millones de dólares y una sonda 700 millones de dólares», comentó el mandatario brasileño y recordó lo paradójico de que su país ofrezca un combustible limpio, sin polución, mientras que “para el petróleo que provoca contaminación, no existan tarifas arancelarias”.
En ese sentido, mostró su confianza en que la expansión de los biocombustibles “no será retardada por barreras proteccionistas, pues la importación de petróleo no sufre esas restricciones».
Brasil es, después de Estados Unidos, el segundo productor mundial de etanol, con el 33,2 por ciento del total, y el mayor exportador, con el 37 por ciento del total. Dtos oficiales indican que este año, Brasil producirá unos 27.080 millones de litros de etanol y las exportaciones rondarán los 4.170 millones de litros.
Lula destacó en su discurso la cifra de siete millones de automóviles producidos en Brasil con motor «flex fuel», que permiten la combustión con etanol, gasolina o la mezcla de ambos en un mismo tanque de abastecimiento.
Finalmente, abogó por una mayor cooperación tecnológica con países pobres, en especial África, que pueden convertirse en grandes productores de etanol o biodiesel.