Remembranza de Antonio Brack a un mes de su partida

Antonio Brack Egg era un visionario que amaba nuestro país. A los 12 años de edad, luego de leer el primer tomo de los viajes de Raimondi, decidió que quería ser como él y de alguna manera lo consiguió, convirtiéndose en un ser de luz.

A los 11 años usó zapatos por primera vez. Antonio nació en Villa Rica, provincia de Oxapampa, Perú, en 1940 y estudio sus primeros años de primaria en una escuela en donde entraban los animales silvestres. Un puercoespín era su compañero de carpeta.

Tuvo una infancia y una vida mágica para quienes lo conocieron y –también- para quienes no tuvieron el privilegio de estrechar su mano pero sí su energía y sus conocimientos.

Al leer los viajes de Raimondi, en Antonio se despertó el entusiasmo por las ciencias naturales y decidió ser naturalista. A los 21 escribió su primer artículo sobre el oso de anteojos y a los 25 su primer libro.

Después de conocer 50 países y la Antártida manifestó: “No hay un país en todo este planeta, de lo que yo puedo atestiguar, que tenga tal diversidad de ecosistemas, montañas, selvas, desiertos, mar frío, mar tropical, tal diversidad cultural, tal potencialidad que si Japón tuviera este territorio sería potencia mundial. Nosotros somos pobres porque queremos, porque nos falta conocer nuestro país, innovar, ingeniar…”.

Quienes lo conocieron coinciden en valorar imborrables recuerdos signados por una filosofía de vida que supo contagiar a sus amigos y colaboradores.

Brack Egg fue el primer ministro del Ambiente bajo el mandato del presidente Alan García Pérez, en el año 2008; y su mandato se extendió hasta el año 2011.

“Hemos ganado algunas batallas como posicionar en el Consejo de Ministros, y a nivel del gobierno, el tema de la minería informal en Madre de Dios y el de la conservación de bosques a través del Programa Nacional de Conservación de Bosques para la mitigación del Cambio Climático que conservará con las comunidades nativas y campesinas del país 54 millones de hectáreas de bosques”, manifestó alguna vez.

Sin embargo, el 30 de diciembre del 2014 decidió partir a los 74 años de edad. Nosotros preferimos recordarlo con el optimismo que lo caracterizaba. “Hay que ser optimista, hay que reírse, ¿llorar sirve para algo? No, absolutamente”, decía con firmeza.

Hay quienes pensaban que estaba un poco loco. Entonces, Antonio rememoraba a Erasmo de Rotterdam en “Elogio de la locura”. Y cuando le decían loco, respondía: “Que dicha la mía en un mundo de muertos ambulantes ser solamente loco”. Adiós, maestro.

VIDA PROLÍFICA

En el 2006, fue nombrado presidente del Consejo Nacional del Ambiente (Conam).  Brack Egg condujo el programa “La buena tierra”, que transmitía canal 7; y fue colaborador de INFOREGIÓN a través del programa Diálogo Ambiental.

En su gestión se crearon instrumentos normativos como la Política Nacional del Ambiente y el Plan Nacional de Acción Ambiental (PLANAA, Perú 2011-2021), herramientas necesarias para el cuidado de nuestros recursos naturales en el escenario del cambio climático.

Brack Egg escribió 31 libros y centenares de artículos sobre recursos naturales y asuntos relacionados con el ambiente. Obtuvo el Premio Nacional del Medio Ambiente Barbara D’Achille (1996).

En 2004 recibió el premio Esteban Campodónico por servicios a la sociedad peruana. Ha sido nominado al Premio Príncipe de Asturias por su loable labor y contribución al país. Este 2014, fue reconocido como personalidad ambiental en los Premios Carlos Ponce del Prado.

Vea la versión impresa en: https://www.inforegion.com.pe/wp-content/uploads/2015/01/rei_info_10-01_2015.pdf