El equipo de Voluntarios Ambientales del Programa de Educación Ambiental de la Reserva Nacional de Tambopata y Parque Nacional del Manu impulsado por la Sociedad Zoológica de Fráncfort (SZF), obtuvo el premio «Bruno H. Schubert», uno de los más prestigiosos galardones internacionales ambientalistas.
Este equipo se llevó el premio en la tercera categoría, en la que destacan agrupaciones de jóvenes no mayores a 25 años comprometidas con la conservación de la naturaleza y el medio ambiente.
La ceremonia de premiación se realizó el 29 de este mes en Fráncfort (Alemania) con la participaron de diversas personalidades conservacionistas. La primera categoría correspondió a Anthony Sinclair, por su servicio destacado en la conservación, y la segunda fue compartida entre Hubertus Meckelman, Hans-Joachim Mader y Zelealem Tefera, este último representante de la SZF en Etiopía.
Para la categoría tres, los Voluntarios Ambientales fueron representados por Ana Fernández, ex voluntaria y ahora educadora ambiental de SZF en Perú. Ella tal como muchos otros jóvenes fueron parte del grupo de estudiantes que apostaron desinteresadamente por dar valor al lugar que los rodea, en este caso la Amazonía del Sureste peruano, uno de los espacios más biodiversos del mundo el organismo internacional a INFOREGIÓN.
El programa de Voluntarios Ambientales se inició en el 2002 gracias a la iniciativa de la SZF en alianza con el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp), implantando el Programa de Educación Ambiental en la Reserva Nacional de Tambopata y posteriormente en el Parque Nacional del Manu.
En el programa, el colectivo de jóvenes brinda apoyo en eventos educativos dentro y fuera de los colegios ubicados en la zona de amortiguamiento de las áreas protegidas. Actividades como «Pepe, el lobo de río» o el «Festival del lobo de río», imparten valores y comportamientos sostenibles, a partir de esta especie emblemática de Madre de Dios y ahora embajador ambiental.
Desde entonces, este programa se ha convertido en un semillero, ya que muchos de ellos empezaron como voluntarios ambientales para luego trabajar para instituciones privadas o gubernamentales como el Ministerio del Ambiente o Sernanp. En los doce años, el programa educativo ha tenido 290 voluntarios, que han apoyado en diversos eventos beneficiando a más de 18,364 estudiantes, 782 profesores.