Cientos de truchas amanecieron muertas en el río Pisit, en el caserío de Vista Alegre, distrito de Pulán, en Santa Cruz, región Cajamarca, originando que de inmediato las autoridades locales y los pobladores responsabilizaran de ello a la minera La Zanja, que realiza trabajos iniciales de exploración en la zona.
Pobladores y autoridades llevaron los peces muertos hasta el Ministerio Público de Santa Cruz asegurando que habían muerto por el derrame de productos químicos de las pozas de colación de la minera. Sin embargo, una investigación ad hoc realizada precisó que los animales murieron con barbasco, una planta venenosa utilizada para la pesca, y no por derrames de la actividad minera, según explicó Doris Cabanillas, directora regional de Salud Pública.
Cabanillas precisó que en La Zanja no se realizan trabajos de explotación minera sino labores iniciales de exploración y detalló que en la investigación realizada se determinó que en el mismo río Pisit existen dos criaderos donde las truchas están vivas, pero que aguas más abajo, a la altura del caserío Vista Alegre, se verificó la muerte de 200 truchas con barbasco, ocasionada por pobladores provenientes de la selva que habrían utilizado las raíces de esta planta para envenenar las aguas y capturar a los peces.