Terroristas que trabajan como sicarios de las bandas de narcotraficantes en el Alto Huallaga activaron una trampa explosiva cuando pasaba un equipo de trabajadores del Proyecto Especial de Control y Reducción de los cultivos de Coca en el Alto Huallaga (CORAH), dejando un herido policontuso.
La mina estalló a las 11 y 15 de esta mañana, en el sector de San Miguel, distrito de Pólvora, en la provincia de Tocache, cuando los erradicadores avanzaban en un sector totalmente cubierto por sembríos ilegales de hoja de coca, que son el principal insumo para el narcotráfico.
La onda expansiva levantó por los aires al trabajador identificado como Saúl Panduro Coral, arrojándolo a varios metros de distancia. Inmediatamente fue auxiliado por sus compañeros y trasladado hasta la Base Policial Antidrogas de Santa Lucía. Su condición de policontuso y de sordera temporal obligó a evacuarlo por helicóptero hasta el Hospital de Tingo María, donde los médicos ya lo vienen examinando.
Zona infestada de explosivos
Los trabajadores del proyecto CORAH continuaron con sus labores extremando las medidas de seguridad, al punto que cerca de las 2 y 30 de la tarde se pudo detectar otra bomba, en las cercanías de un laboratorio rústico para la elaboración de pasta básica de cocaína (PBC).
En el lugar también se halló gran cantidad de insumos químicos para la elaboración de pasta básica de cocaína, así como utensilios, herramientas y grandes pozas con hoja de coca en plena maceración.
Cerca de las 3 y 10 de la tarde fue detectada otra trampa, esta vez gracias al trabajo cuidadoso de inspección, utilizando los llamados ‘desraizadores telescópicos’. Personal policial antidrogas se ha desplegado en la zona para reforzar la seguridad de los trabajadores del CORAH.
No es el primer caso
En la última semana, se han producido ataques similares en esa zona infestada de cocales para producir PBC. El pasado 25 de agosto, la Policía Nacional ubicó un laboratorio para la elaboración de PBC. Minutos después, los narcoterroristas activaron una mina que hirió a los civiles Amancio Fasabi Rengifo y Richard Zumba Ramírez.
Al día siguiente, se ubicó otra trampa en la misma parcela, que fue desactivada por personal especializado de la Policía Nacional. La bomba estaba conformada por un envase de 15 centímetros de largo, conteniendo un cartucho de dinamita, un fulminante y un detonador elaborado por un cartucho de retrocarga de calibre 16 sellado con brea.
La mina estaba enterrada a 20 centímetros de la superficie, dentro de un nicho revestido de madera, unido a la raíz de un arbusto de coca a través del hilo de pescar.
El pasado 27 de agosto se activó otra trampa contra el trabajador Robert Ruiz Marichi, quien fue evacuado a un centro médico de Santa Lucía. El 29 se detectó otra mina, instalada a tres metros de una choza, en un área cocalera donde también se ubicó un laboratorio de la droga.