Tours turísticos atentan contra no contactados denuncia Fenamad

La Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad), denunció que los hermanos indígenas en aislamiento voluntario se ven sometidos a peligros eminentes por los llamados “tours turísticos” que brindan paquetes extras o “especiales” para  verlos de cerca y fotografiarlos. “se ha visto más de 20 botes con turistas con cámaras en mano por la zona” expresó Cesar Jojajé, especialista en Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario (PIAV).

Denunció además, que el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernanp) lo sabe, pues ellos controlan el pase de los turistas y protegen las zonas de reserva donde viven los hermanos. Afirmó Jojajé.

Por su parte, Pedro Gamboa, representante de Sernanp, precisó que cuentan con la autorización de seis albergues de diferentes operadores turísticos, los mismos que son fiscalizados constantemente por su institución.

“En los albergues una de las reglas es no acceder a encuentros con los no contactados. Inclusive si esto llegará a suceder, los operadores turísticos tienen que informar y alejarse cuando perciben alguna señal o vestigio de la presencia de los pobladores en aislamiento voluntario” Por ello no ofrecen entre sus paquetes turísticos, tours que  permitan poder acercarse a los pobladores en aislamiento voluntario dentro de la Reserva del Manu.

Asimismo, el representante del Sernanp no descarta la posibilidad que otras agencias realicen estas actividades, que ponen en peligro con a los pueblos indígenas no contactados. “No puedo responder por otros operadores turísticos, que tienen albergues, pues se desconoce su presencia ya que el límite del Manu es el río y estas pertenecen a la zona de amortiguamiento (límite del área de reserva que no es jurisdicción del Sernanp)” afirmó Gamboa.

Finalmente, Fenamad también denunció que este acercamiento a los pueblos en aislamiento voluntario no solo se presenta en la Reserva del Manu, pues el especialista de PIAV Cesar Jojaje señaló que lo mismo viene ocurriendo en la reserva de Bahuaja Sonene donde las aventureros aprovechan a ingresar desde San Carlos en Puno (Servindi).