Un numeroso grupo de vecinos del centro poblado menor de Castillo Grande se movilizó hasta el Palacio Municipal para exigir que el alcalde Álvaro Pascual Guzmán gestione ante las autoridades una serie de medidas urgentes que detengan la quema del monte en el cerro Cotomono.
Los vecinos denunciaron la destrucción del ecosistema, a través del incendio de grandes extensiones de la selva, una práctica prohibida que ponen en práctica los agricultores migratorios con el objetivo de ganar tierras para sus cultivos, generalmente de hoja de coca para el narcotráfico.
Julia Cometivos Rivera, habitante del lugar y una de las personas que encabezó la marcha, dijo que la comunidad no puede seguir viviendo tranquila ante la gran cantidad de humo procedente de la quema que afecta sus hogares.
Señaló que los humos tóxicos ya están provocando enfermedades entre los niños y ancianos, y que subsiste el peligro de que el fuego se escape de control y afecte las casas ubicadas en las inmediaciones.