Experiencia de desarrollo alternativo en Monzón fue expuesta en la ONU (*)

Ante una expectante audiencia, Alberto Otárola explicó en Nueva York los logros de la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas (ENLCD) que implementa el Gobierno peruano y que acaba de revelar un indicador contundente: es la primera vez en varios años que el Perú es el primer país en la región andina cuyos índices de erradicación son exponenciales.

El dato salió del reciente Monitoreo de Cultivos de Coca 2013 efectuado por la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Unodc) y Devida, que señala que se ha conseguido erradicar la coca ilegal en el 2013 en un 17.5% con respecto al año anterior; y ha sido calificado por las Naciones Unidas como un verdadero quiebre histórico.

“No debe olvidarse que el gobierno peruano viene destinando para este esfuerzo desde el año 2012 más de US$ 341.5 millones de dólares”, afirmó el presidente de Devida.

Evidentemente la estrategia de erradicación con desarrollo alternativo ha dado sus frutos. Y eso no es un invento. Allí están los resultados en el Alto Huallaga, en donde la agricultura cacaotera y cafetalera ha ido desplazando los cultivos ilegales de coca que van al narcotráfico.

En ese camino, se han ido articulando los principales actores que tienen que ver con el desarrollo de esas zonas del país y que han demostrado que el trabajo liderado por el Ministerio de Agricultura y Riego; y Devida, con los diferentes sectores del Ejecutivo y de las propias comunidades involucradas en su desarrollo, funciona.

MONZÓN

En la detallada exposición de Otárola, fue oportuno exponer el caso del Alto Huallaga y en particular del Monzón, que por muchos años fue considerado un territorio inexpugnable por la permanente presencia del narcotráfico en convivencia con el terrorismo.

Hoy la situación ha cambiado radicalmente, merced a la aplicación del Plan de Post Erradicación de Devida, que busca abordar el problema desde el desarrollo alternativo de forma integral con tres ejes: inclusión social, inversión del Estado y cuidado del medio ambiente.

“En suma, hoy la realidad es diferente: el Perú está implementando una política contra las drogas ilícitas, en el ámbito del desarrollo alternativo, que es concebido desde la perspectiva del desarrollo sostenible integral, e incorporando aspectos sociales, económicos y ambientales en el esfuerzo por combatir la producción y tráfico de drogas”, fueron las palabras de Otárola.

“Como queda claro, el objetivo esta vez se ha cumplido y los resultados están a la vista. La lucha mundial contra el problema de las drogas tiene a un aliado permanente: el Estado peruano”, concluyó Alberto Otárola.

(*) Artículo publicado en el No.5 de la revista InfoRegión.