En el colmo del abuso, el presidente de la ronda campesina de Quispe Alto, en la sierra de Piura, José Meléndez Tiburcio, denunció haber sido azotado por integrantes de la Central de Rondas Campesinas de Huancabamba, por haber permitido la realización de un taller informativo sobre qué deben hacer los ganaderos para combatir la plaga de parásitos que afecta a su ganado.
Meléndez dijo que los integrantes de la organización que se oponen a la minería formal -y por lo visto a cualquier posibilidad de desarrollo- le recriminaron airadamente por haber cedido el local comunal a un equipo de técnicos en salud animal que llevaban ayuda.
Provistos de chicotes de cuero de vaca, los enardecidos ronderos lo persiguieron hasta alcanzarlo para darle de golpes, pues atribuyen la campaña sanitaria a la Minera Majaz.