DIRANDRO desarticula banda que se abastecía del VRAE y el Huallaga


Tras siete meses de seguimiento, la Policía Antidrogas capturó a David Isaías Pillihuamán Ramírez (42), cabecilla de una importante banda de *burriers* integrada por 197 personas que operaban en Lima y que movía anualmente más de 250 kilos de cocaína, en su mayor parte procedente de las zonas cocaleras del Alto Huallaga y del Valle del Río Apurímac y Ene (VRAE).



La captura se produjo el pasado 5 de agosto cuando Pillihuamán, alias “Tío” o “Doctor”, abandonaba un restaurante de comida china en el distrito de Los Olivos, detalló hoy Miguel Hidalgo, jefe de la Dirección Policial Antidrogas (DIRANDRO), durante la presentación de este caso a la prensa.


 


Precisó que esta organización delictiva tenía operarios sectorizados en diversas zonas de la capital, donde se planificaban las estrategias de trabajo de los *burriers*, cuyos destinos más frecuentes para dirigir la droga eran las principales ciudades de Argentina y Brasil.


 


“Esta banda era muy grande y había sectorizado Lima porque en cada sector tenía un patrón o un representante y allí trabajaban con sus *burriers*. Pillihuamán tenía a su cargo 197 burriers que hemos ido capturando en su mayoría”, remarcó la autoridad policial.


 


La desarticulación de esta organización de *burriers* fue posible gracias a los trabajos de investigación, seguimiento y vigilancia, así como cruces y retroalimentación de información, indicó hidalgo, tras destacar el apoyo del Ministerio Público.


 


Guerra frontal


El jefe de DIRANDRO informó que en lo que va del año, se ha logrado capturar a alrededor de 600 *burriers* de diversas nacionalidades en el aeropuerto internacional Jorge Chávez, cuando intentaban trasladar droga fuera de país.


 


Mencionó que esa cifra de detenidos representa unas tres toneladas y media de droga interceptada gracias a los trabajos del personal antidrogas del terminal aéreo y a la escuadra canina, cuyo agudo sentido del olfato permite identificar los estupefacientes camuflados.


 


Entre las modalidades más comunes para intentar sacar la droga del país se encuentran la ingesta de envoltorios de jebe resistente, la utilización de maletas de doble fondo, adherir la droga al cuerpo (estilo momia) o esconderla en pequeñas artesanías de barro u otro material.


 


Los principales destinos de la droga traficada por estos *burriers* son: España, Brasil, Argentina, Holanda y Sudáfrica.