Enfrentados. Las dos facciones en la que se han dividido los estudiantes de la Universidad Nacional de san Cristóbal de Huamanga, pasaron del debate a los insultos y de ahí a los golpes, luego que un grupo de estudiantes, especialmente de la serie 500 próximos a egresar, abrieron las puertas de la ciudad universitaria para que se reinicien las clases, luego de dos meses de huelga estudiantil.
La pelea se dio en la puerta principal de la universidad y no llegó a mayores, por la oportuna intervención de la policía que lazó bombas lacrimógenas para dispersar a los revoltosos, en presencia de la fiscalía.
Los estudiantes que quieren que se reinicien las clases indican que mantener la huelga perjudicaría a los estudiantes, especialmente a los que se encuentran terminando su carrera o que están tramitando sus grados de bachiller y sus titulaciones.
Este grupo que portaba pancartas contra la intervención de la Universidad y por el reinicio de las clases, indicó además que la intransigencia de mantener la huelga busca dar pretextos para la intervención de la universidad. Esto va a ocurrir si se mantiene paralizada la institución y generaría por lo menos la pérdida de un año académico, ya que una intervención podría suponer una reorganización total de la universidad.
Pero tras ingresar a la universidad les salió al encuentro la facción que tiene en su poder los locales de la universidad, y en apresurada reunión determinaron que los ambientes iban a seguir cerrados, lo que originó el enfrentamiento entre ambos bandos, que no sólo se agredieron a golpes de puño y pies, sino se lanzaron piedras, habiendo impactado una de ellas en el ojo de un estudiante que estaba por el reinicio de las clases.
La violencia del enfrentamiento obligó la intervención de la Fiscal adjunta de Prevención del Delito, Edith Revollar, quien comunicó al rector de la grave situación que estaba ocurriendo en la puerta principal de la ciudad universitaria. Con ella llegaron los efectivos policiales.
«Se ha dejado constancia que han habido agresiones entre estudiantes, habían dos bandos golpeándose entre ellos», indicó la fiscal.
Asimismo aprovechando el conflicto, trabajadores de la universidad soldaron las puertas para dificultar el cierre, sin embargo los estudiantes a favor de la huelga continuarían con la toma de locales.
REINICIO DE CLASES. Rafael Jerí, de la Facultad de Ciencias Económicas y uno de los estudiantes que participaron con el grupo de los que desean reiniciar las actividades lectivas, señaló que «esta acción es para no permitir la intervención de la ANR” agregó que quieren que se reinicie las clases. “No podemos seguir de esta manera», manifestó en contra de la toma de locales.
SIGUE HUELGA. Por su parte, la dirigencia de la FUSCH indicó que continuarán en su lucha, pues existe la instalación de una «mesa de acuerdos» con el rector de la Universidad, para poder atender el pliego de reclamos que contiene la implementación de biblioteca virtual y especializada, tacha de docentes, matrícula virtual y gratuita, gratuidad del comedor, entre otros.
«La toma de locales es una forma de generar presión a una autoridad que no cree en el diálogo, que solamente con este tipo de medidas reacciona y que en todo momento ha rehuido», manifestó Maycol Flores, dirigente de la facultad de Derecho.
Hasta el cierre de la presente edición los dirigentes universitarios mantenían una reunión acordando las acciones a favor de la toma de locales que continúa controlada por los estudiantes.