Los vientos huracanados en la zona de Tocache han vuelto, despertando una serie de temores por la inseguridad existente en la gran cantidad de construcciones precarias, tanto a nivel urbano como rural.
El ventarrón se hizo presente el pasado domingo, especialmente en los caseríos de Tananta y Bambamarca, cuyas viviendas perdieron sus techos de calamina, eternit y de otros materiales ligeros.
Asimismo, la población sufrió la desconexión eléctrica debido a la caída de varios postes de alta tensión, que obstruyeron la carretera Fernando Belaunde Terry. Los vecinos han pedido apoyo a Defensa Civil, con carpas y calaminas, así como en herramientas para reforzar sus techos.