Los argentinos ya han entregado 50 mil armas de fuego para su destrucción como parte de una campaña de desarme lanzada hace tres meses, informaron hoy los organizadores de la Red Argentina para el Desarme (RAD).
Mediante un comunicado, precisaron que el Plan Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, en marcha desde el 10 de julio último, «ha tenido un éxito rotundo desde su ejecución y ha superado todas las expectativas previstas».
«Se han sobrepasado las primeras proyecciones sobre el total de armas estimadas a recolectar. Al comenzar el plan, se esperaba recolectar 40 mil en los 180 días de vigencia del plan. En tan sólo 57 días hábiles, han entregado 50 mil 626 armas», destacó la organización no gubernamental.
Además de las armas, el plan ha permitido también sacar de circulación a unas 264 000 municiones, de acuerdo a información elaborada por la agencia EFE. La RAD precisó que, por ejemplo, en la capital argentina ya se han entregado el 9% de las armas sobre el total del circulante calculado.
«Queda cristalizada la eficacia del plan en tanto que representa la política pública que más armas de fuego ha recolectado», aseguró la organización sobre esta campaña de desarme de la población civil, por la que se puede intercambiar de manera anónima armamento por dinero y que busca reducir las muertes evitables.
El Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, establecido mediante una ley aprobada por el Parlamento, incluye incentivos que van de los 100 a los 450 pesos (22.5 a 102 euros), según el tipo de armamento.
La entrega no conlleva consecuencia legal alguna para las personas que la efectúen, quienes quedarán amnistiadas por la tenencia ilegal de armas de fuego de uso civil y de guerra previstas en el Código Penal argentino.
Según estimaciones de la RAD, uno de cada diez hogares de ese país posee un arma de fuego y el 65% de las muertes causadas por este tipo de armamento ocurre en accidentes, suicidios y conflictos entre personas.