El analista Gabriel Prado, del Instituto Peruano de Seguridad Ciudadana, señaló que, según un reciente estudio de las Naciones Unidas sobre la Inseguridad en América Latina, el consumo de drogas y alcohol es considerado como un gran estimulante para una acción delictiva.
Prado dijo que en nuestro país están dadas todas las condiciones sociales, económicas, políticas y culturales para que la actividad delictiva se dispare. Pero aún estamos a tiempo de actuar organizadamente y prevenirla, señaló.
El uso de armas de fuego en América Latina se hace cada vez más evidente al momento de cometer un delito, refirió el experto, aunque desde su punto de vista, nuestro país todavía mantiene un nivel medio en cuanto a la inseguridad, por debajo de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia o Paraguay.
“El crecimiento acelerado y desordenado de las ciudades y la migración compulsiva han generado que los países no puedan proveer de servicios suficientes a su población. Además, hay una marcada desigualdad entre unos y otros, lo cual promueve acciones delictivas. La pobreza no es sinónimo de delincuencia, lo que la precipita es la desigualdad”, aclaró.
Al respecto, afirmó que las juntas vecinales deben ser estimuladas porque cumplen un papel muy importante. Asimismo, la prensa debe dar a conocer los éxitos de los programas de prevención del delito, sin cargar de tinta roja sus titulares, recomendó.