En un comunicado, cientos de intelectuales y personalidades de los ámbitos político y académico del país condenaron enérgicamente el atentado al memorial “El Ojo que llora”, realizado el domingo 23 de septiembre, por desconocidos, en un acto que constituye un agravio más a los peruanos fallecidos durante la violencia política que afectó al país entre 1980 y 2000, y exigieron a las autoridades el inmediato esclarecimiento de tan condenable hecho.
Aquel día, los vándalos, al parecer seguidores del recientemente extraditado reo Alberto Fujimori, agredieron e inmovilizaron al vigilante que ahí se encontraba, destruyeron una parte fundamental de la piedra central y la cubrieron casi enteramente con pintura de color naranja, al tiempo que sacaron de su sitio muchas piedras con los nombres de las víctimas, rompieron parte de ellas y marcaron el laberinto, que es parte del monumento, con grandes huellas de pintura de color naranja.
Intolerancia condenable
Los firmantes del comunicado aseguran que este atentado contra el patrimonio monumental de la capital constituye un agravio más contra los peruanos fallecidos durante la violencia y es una muestra flagrante del espíritu autoritario de quienes se oponen a todo paso hacia la construcción de una verdadera paz con justicia en el Perú.
Por ello demandaron el inmediato esclarecimiento de los hechos y la aplicación de la ley a quienes pretenden imponer por la fuerza sus ideas antidemocráticas y despectivas del respeto a la vida humana.