Dentro de la tienda de la Iglesia Evangélica “Movimiento Misionero Mundial”, situada en la avenida Fistcarrald y Tambopata de la ciudad de Puerto Maldonado (Madre de Dios), el hermano Daniel Aguilar Gonzales recibió dos disparos de un sujeto que habría sido separado de esta congregación días antes.
-Ustedes me han traicionado al retirarme de la iglesia. ¡¿Donde están los pastores?!- increpaba el Suboficial de tercera, José Luis Rodríguez Robles, agitando el arma que tenía en la mano.
El cuerpo de Aguilar cayó al piso ante el desconcierto de los demás hermanos de la Iglesia, pero el caos no había terminado. El delincuente volvió a disparar contra Fredy Casas, otro hermano, quien aún con vida fue trasladado al hospital Santa Rosa, donde ahora se encuentra en cuidados intensivos con pronóstico reservado.
Solo instantes después, un grupo de la Policía rodeó la manzana, mientras otro grupo ingresó a la vivienda para capturar al delincuente. Para ese momento, los niños que participaban de la escuela bíblica de vacaciones ya había salido despavoridos a la calles.
EL HOMBRE DEL ARMA
Fuentes policiales señalaron a INFOREGIÓN que el asesino, actualmente en actividad y quien prestaba servicio en el penal San francisco de Asís, no se había presentado a trabajar ese día.
La Policía manifestó que semanas antes había reingresado luego de una separación por castigo y además porque sufría de lagunas mentales. Además, no se descarta que haya participado en asaltos a mano armada.
Según comentan testigos del hecho, lo ocurrido en la Iglesia Evangélica habría sido un intento de robo, pues aseguran haber visto a otros tres asaltantes, uno de los cuales habría fugado en moto al notar la presencia policial, mientras que los otros dos habrían ingresado a las casas colindantes.
Sin embargo, para la Policía no se trataría de un asalto, sino de un asesinato cometido por un desequilibrado policía fuera de sí (INFOREGIÓN)
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