«Saqué el primer puesto y ahora podré trabajar y ayudar a mi familia»

El último fin de semana en Tingo María (provincia de Leoncio Prado, Huánuco), bajo una lluvia persistente que luego abrió espacio a un sol radiante, no fue un día común para 60 jóvenes del Monzón y los caseríos de Maravillas, Chipaco, Caunarapa, Huancarumi, Guayabal, Chaupiyacu, Pacchac, Pista Loli, Chipaquillo, y San Benito, quienes tras 120 horas de capacitación en cursos de albañilería, instalaciones sanitarias e instalaciones eléctricas, lograron su certificación que les permitirá trabajar en una actividad distinta al cultivo de la tierra.

Los jóvenes que lograron los 10 primeros puestos harán prácticas remuneradas en la obra del hospital de Tingo María a cargo de la empresa GPO de Brasil.

Emocionados, los rostros de Josué Alcántara Bardales de 19 años al recibir su medalla por lograr el primer puesto en albaftilería, seguido de Jhonny Díaz Morales, Charly Martel Gómez, River Pacheco Agama, Charles Espinoza Ríos y Misael Cruces Rivera, entre los que uno a uno iban recibiendo también su certificado al que miraban con ilusión y mucha esperanza.

«Agradezco a Dios. Nunca pensé que podía estudiar algo después del colegio y lo hice. Saqué el primer puesto, ahora podré trabajar y ayudar a mi familia», dijo Josué Alcántara.

El curso piloto permitirá a estos 60 peruanos insertarse laboralmente en las obras que se promueven en la zona y que fue posible a iniciativa de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), tras la suscripción de un Convenio Tripartito con Sencico y la empresa constructora Gestáo de Projetos e Obras (GPO), suscrito en setiembre pasado (La República).