La organización terrorista Sendero Luminoso estableció entre los artos 1985 y 1995 acuerdos con carteles de narcotráfico en el valle del Alto Huallaga, a los cuales brindaba protección a cambio del pago de cupos, según reveló el fiscal Jhonny Soto en la audiencia de inicio del juicio a la cúpula senderista por sus vínculos con el narcotráfico y el atentado de Tarata, casos que han sido incluidos en un solo proceso judicial.
Los cupos, de acuerdo a lo expuesto ante el Segundo Juzgado Penal Nacional, eran destinados al llamado comité central de la organización central, el cual lideraba Abimael Guzmán.
El fiscal Soto aseguró que existen «suficientes elementos de convicción» para vincular al comité central de Sendero Luminoso con el narcotráfico en el valle del Huallaga.
De acuerdo al testimonio de colaboradores eficaces, los cupos que los narcotraficantes del Alto Huallaga pagaban a la organización terrorista oscilaban entre los $1,500 y $3,000 para dejar volar y brindar protección a las avionetas que llevaban droga al interior del Perú.