La pasividad y la falta de una estrategia coherente, especialmente de parte del actual ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, han llevado a que más de 60.000 hectáreas de selvas en Madre de Dios se hayan convertido en un vasto y estéril desierto. Esto se da debido a la creciente extracción de oro realizada por la minería ilegal, señaló en Lima el diario El Comercio.
«Madre de Dios es una de las zonas de mayor biodiversidad del planeta, pero eso no ha evitado que la ilegal actividad continúe a vista y paciencia del ministro del Ambiente y pese al listado de buenas intenciones del gobierno de turno», agregó.
De acuerdo a la nota «Cusco y Puno son las otras zonas altamente afectadas por este delito, según lo ha revelado el alto comisionado de Formalización e Interdicción Minera, Daniel Urresti. El tema fue rebotado ayer por diversos medios de comunicación internacionales».
MANO DURA
Urresti informó que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional se encargarán de las acciones contra la minería ilegal y que cada dos semanas inspeccionarán la muy afectada región Madre de Dios.
Estas fuerzas se suman para intensificar lo que ya viene ejecutando la Marina de Guerra; esta ha sido la responsable de destruir las dragas y otros equipos sofisticados utilizados por los mineros ilegales en los ríos selváticos.
Según Urresti, para julio del 2014 será erradicado el 40% de la minería ilegal.
El funcionario reconoció que uno de los mayores obstáculos para cerrar el paso a la contaminante e ilegal actividad es la gran cantidad de dinero que mueven estos mineros. La cifra representa casi el doble de la que proviene del narcotráfico, además de blanquear más de 500 millones de dólares anuales de esa mafiosa actividad.
EL DATO
Un estudio reveló que los indígenas de Madre de Dios presentan en su organismo niveles de mercurio que superan hasta cinco veces lo permitido. Esto causa daños irreversibles y hasta la muerte, indicó el diario.