El fuerte impacto económico y social ocasionado por la crisis cafetalera fue el suceso de mayor trascendencia en el agro peruano durante 2013. Estas heridas no cerrarán fácilmente entre las familias cafetaleras, porque las secuelas demorarán por lo menos tres años para cicatrizar, siempre y cuando emprendamos pronto y con optimismo, una cruzada de trabajo concertado público-privado en todos los niveles de gobierno.
En evaluación reciente de dirigentes y técnicos de la JNC se ratificó que los mayores daños se debe al impacto de bajos precios pagados a los productores en un promedio de solo S/.4.50 por kilogramo, equivalente al 50 % del costo de producción. “Estas cifras coinciden con los reportes del Ministerio de Agricultura que estima una cosecha de 253 mil toneladas para 2013, equivalente a cinco menos que en 2012, pero 24 % menos que la recogida en 2011.
A las pérdidas de bajos precios, estimada en más de mil 100 millones de soles, se suman los daños ocasionados por la roya, que afectó la cosecha en más de 1 millón 700 mil quintales, que al precio de acopio en el año representan 352 millones de soles.
COMPRA DE DEUDA Y REPRROGRAMACION DE CREDITOS CAFETALEROS
Desde 2010, la JNC advertía la irresponsabilidad de empresas de microfinanzas de entregar fondos sin evaluación técnica apropiada a los campesinos que no evaluaban el riesgo de pagar altas tasas de interés, y que al deprimirse los precios y presentarse la pandemia de la roya, estalló el incumplimiento de pagos. Lamentablemente la propuesta de compra de deuda cafetalera fue mal entendida por Agrobanco y Minagri, y la solución se ha dado para pocos, quedando una gran mayoría de familias cafetaleras expuestas a perder sus fincas.
Los cronogramas de pago se verán afectados por poca cosecha y bajos precios, y volverán a estallar los problemas sociales. Han primado fundamentalismos de industria financiera, antes que una solución apropiada a la realidad. Lo más grave es que se han alejado voluntades de diálogo. Como JNC esperamos que en el año nuevo se abran las puertas del diálogo para abordar, con madurez, salidas funcionales a la crisis cafetalera.
FRUSTRACIONES QUE DEBEN RESOLVERSE
La crisis cafetalera fue tratada por las autoridades como sólo un hecho fitosanitario, a pesar que productores y exportadores advirtieron del error, y propusieron un programa de trabajo para el corto, mediano y largo plazo. Se desconocieron los roles del Consejo Nacional del Café y se impuso un manejo burocrático por personas incompetentes del Senasa, provocando una enorme desconfianza entre familias cafetaleras, organizaciones y autoridades. Lamentablemente se dio un diálogo de sordos.
RIESGOS Y PERSPECTIVAS PARA 2014
Miles de hectáreas de café en Selva Central, San Martín, valle del río Apurímac y Cusco vienen siendo abandonadas por falta de recursos, y en otros casos, botándolas para instalar cultivos de piña y plátano y hasta coca, desanimados por el horizonte de bajos precios.
También se reporta la fuerte presencia de la broca en cafetales de zonas bajas y medias, que infestará cafetales en pleno llenado de grano por falta de recursos para labores de control.
Esto hace un escenario de menor cosecha para 2014, estimada en cuatro millones 300 mil quintales, de los cuales se exportarían cuatro millones de quintales. Esto nos lleva a estimar que las exportaciones en 2014 sumarían unos 570 millones de dólares, si se logra un precio similar al promedio del presente año de 138 dólares quintal.
En 2013 se embarcaron cinco millones 100 mil quintales, por un valor de 697 millones de dólares, casi 700 millones.
FUTURO CON OPTIMISMO
La crisis cafetalera nos ha enseñado que requerimos, con urgencia, generar las bases para un acuerdo nacional para la competitividad cafetalera, con todos los actores de la cadena de valor. Este fue el mandato de nuestro Cuarto Congreso Nacional Cafetalero y es una lección aprendida.
Hoy se habla de crear un instituto cafetalero, lo cual está bien, pero donde el sector privado debe ser actor principal, y el Estado sólo facilitador y normativo, tras escuchar al sector privado. Esperamos que tenga autonomía, sostenibilidad económica con aporte de los productores.
Los precios pueden mejorar en 2015 y recobrar la producción de 7 millones en 2016, y por tanto conseguir ingresos que compensen los costos de producción.
Desde las primeras semanas de 2014 comenzarán los preparativos para una presentación de gala de Perú en la próxima feria de SCAA, en EEUU, el mayor evento mundial cafetalero en la medida que Perú será el país anfitrión.