Desde hace más de dos meses que el Estado anunció que reforzará la lucha contra la extracción ilegal de oro en la Amazonía, al parecer, en el río Putumayo esto no se está poniendo en práctica y la vigilancia es cero, tanto de nuestra autoridades nacionales como regionales, pues en este espacio geográfico se vienen construyendo más balsas mineras.
La población de las comunidades asentadas a lo largo del distrito de Teniente Manuel Clavero viene pidiendo a las autoridades regionales poner mano dura a este problema de contaminación del río Putumayo. Hasta nuestra redacción llegaron a informarnos que las extracciones de este metal valioso lo vienen haciendo personas inescrupulosas que hasta han construido más de 18 balsas, las cuales han sido ubicadas entre las comunidades de Inonia y Atalaya.
Refieren que estas embarcaciones vienen realizando extracciones con mangueras de 8″ de diámetro tanto al lado peruano y colombiano. Lo que preocupa a la población es que en algunos lugares estas balsas mineras deforestan la orilla del río en una buena extensión y desvían el cauce natural del río, imposibilitando en algunos casos la navegación de los botes comerciantes que realizan la venta de artículos de primera necesidad y combustibles en las comunidades asentadas a lo largo del Alto Putumayo, estos extractores ilegales en su mayoría, serían colombianos y brasileros y no tendrían el permiso de Ingeominas de Colombia para realizar operaciones de extracción en esta zona.
Como se recuerda, Daniel Urresti, alto comisionado de Formalización Minera de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), expresó que «…se modificará la ley de inmigración para poder expulsar en 10 días a los extranjeros que se dedican a actividades ilícitas…», en lugar de los seis meses actuales. De acuerdo con el alto comisionado, el gobierno ha planteado una nueva estrategia para erradicar esta práctica, no solo por la cantidad de dinero que evaden en impuestos, sino por el daño ecológico que ocasionan y pasaría buena cantidad de años para que estos lugares talados vuelvan a su normalidad; lo que preocupa a la población es que más adelante los niños puedan sufrir alguna enfermedad por el agua que consumen del río que está contaminado por el mercurio que desechan estas balsas ilegales.
Ante ello la población pide que se realice un operativo conjunto entre Energía y Minas la Marina de Guerra de Perú y Colombia porque si realizan solamente los del Perú, estas balsas mineras cruzan al lado de Colombia y cuando lo hace Colombia vienen al lado peruano imposibilitando su intervención, si lo realizan los dos países juntos sería lo mejor. (Cortesía Diario La Región)