La producción de café prevista para el próximo año será de 4 millones 800 mil quintales, cantidad que se encuentra por debajo de la cosecha obtenida en el último quinquenio, advirtió el presidente de la Junta Nacional del Café (JNC), Anner Román. La baja producción se debe a los efectos de la plaga de roya sobre las plantaciones.
Román sostuvo que finalizaremos este año con una producción de 5 millones 200 mil quintales de grano aromático, que mayormente ha sido destinado a la exportación. “La tendencia ha sido a la baja. Tenemos que trabajar con mayor fuerza para revertir este retroceso”, remarcó.
El presidente de la JNC exhortó a los cerca de los 500 delegados asistentes al IV Congreso Nacional Cafetalero en Pichanaqui, Junín, a comprometer a los socios de sus cooperativas y asociaciones en las diversas regiones y a renovar su compromiso como productores, tanto en el manejo adecuado de las fincas, como en el fortalecimiento de la organización cafetalera.
Asimismo, el dirigente cafetalero instó a los gobiernos locales, regionales y al nacional a mirar la caficultura como una oportunidad productiva que tendrá efectos permanentes en la lucha contra la pobreza y apoyen su desarrollo.
“Nosotros no pedimos regalos, sino capacitación y la oportunidad de acceder a préstamos que nos permitan seguir fortaleciendo la producción de café, sector que da empleo a 60 millones de jornales al año y dos millones dependen de este. Si esto lo hicimos solos, cuánto más podríamos hacer con una política pública que impulse nuestro trabajo”, señaló a INFOREGIÓN.
BUEN MANEJO DE CAFÉ PUEDE MEJORAR LUCHA CONTRA LA ROYA
Anner Román también solicitó a los productores comprometerse en la lucha contra la roya a través del buen manejo del cultivo de café, tanto desde el cuidado en la finca -con la fertilización y poda-, así como con el secado y el proceso de beneficio húmedo -todo el proceso productivo-.
A su turno, el gerente del Departamento Técnico Productivo de la Asociación de Cooperativas de Pequeños Productores de Café de Nicaragua (Cafenica), Henry Mendoza, explicó que ellos han trabajado el tema con los socios de su organización y han visto que más allá de la variedad, los cafés que cultivados con un buen manejo durante todo el proceso fueron menos susceptibles a la roya, así como a otras plagas -como la broca y el llamado “ojo de pollo”-.
“Empezar la cadena con una buena producción en la finca es la base no solo para un café sano sino de calidad. Esa es una de las claves para hacer de la caficultura no solo en un medio de vida, sino de desarrollo. La experiencia nos ha demostrado que, donde hay buen manejo del café y se cultiva bajo sombra, la roya no afectó a más del 10%”, expuso.