Respecto a las afirmaciones de algunos dirigentes políticos y gremiales que aseguran la posible militarización en el Valle del Río Apurímac y Ene (VRAE), la especialista en temas de reforma militar Ana María Tamayo, del Instituto de Defensa Legal (IDL), manifestó que la presencia en la zona ha bajado paulatinamente.
Indicó que años atrás existían cerca de 18 bases antisubversivas, sin embargo este número se ha reducido pues habría cambiado la actividad de actuación directa a la de prevención en esta zona, antes convulsionada por incursiones subversivas de Sendero Luminoso.
Todo lo contrario, Tamayo indicó que la ciudadanía en general y el Estado deben tomar en cuenta la participación de más efectivos policiales y comisarías en la zona para enfrentar al narcotráfico. «Las Fuerzas Armadas deben cumplir un carácter más logístico y de comunicación, mientras que la Policía debe cumplir el papel para el cual ha sido encomendado», agregó.
Corrupción en institutos castrenses
Al dar su apreciación por los lamentables hechos de venta de municiones y armas por parte de los soldados subalternos denunciados por la prensa, Tamayo afirmó que se está viendo un cambio cualitativo y acciones por parte del Ministerio de Defensa para poder eliminar este flagelo que se encuentra enquistado en la institución castrense.
Sin embargo, afirmó que los soldados son el lado más débil por el cual se rompe el circuito de la corrupción a nivel de las Fuerzas Armadas. «Aquí, de lo que se trata es de empujar y fiscalizar a las fuerzas armadas para que tengan un control de fiscalización y prevención que en estos momentos se observan que si hay esa disposición», finalizó Tamayo.