Pedro Ñahui Atao ha conseguido hacer de Café Ayacuchano una marca de bandera del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). Hace ya más de un año que se encuentran en el mercado y el crecimiento ha sido progresivo. Piensa -por qué no- en algún día exportarlo.
“Esta marca nace en el Vraem, donde producimos el mejor café, pero no hemos aprovechado en consumirlo. Todavía no lo exportamos, pero nuestro objetivo, el de la asociación, es progresivo: queremos generar el consumo local, luego el regional y, finalmente, el nacional. Eso, seguramente, tomará años”, comenta a INFOREGIÓN Ñahui, quien es presidente de la Asociación de Productores de Café de Nueva Unión, una localidad del distrito de Ayna San Francisco, en Ayacucho.
“La idea nace porque en otras zonas tienen ya existen marcas, pero en el Vraem no. Muchos años han pasado y nada. No hay marcas que podamos poner con nombre propio”, agrega.
Café Ayacuchano ya cuenta con un local, al lado de la Municipalidad Distrital de Ayna San Francisco, con la que se hn aliado, además de obtener el apoyo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida). “Ellos nos están ayudando a promocionar. Estamos avanzando poco a poco”, dice Pedro Ñahui.
Por el momento, como agricultores, se han asociado y cuentan con una pequeña planta tostadora. Con eso van procesando el café. “Posiblemente nuestras autoridades, al ver lo que estamos haciendo, nos podría ayudar con una mejor tostadora”, comenta el cafetalero.
“Queremos llegar hasta el Congreso, hasta Lima. Estamos participando en diferentes ferias promocionando este café. Esperamos a los consumidores, pues gracias a ellos es que estamos donde estamos”, enfatiza el agricultor.
PASADO Y MIEDO
La Asociación de Productores de Café de Nueva Unión se formó en 2010, pero no fue fácil al inicio aventarse a la aventura del café. El miedo y la incertidumbre en este proyecto imperaba entre los pobladores, “pero lo vencimos y ya estamos en el mercado hace más de un año”, dice Ñahui.
El productor de café cuenta que antes se dedicaba al cultivo de hoja de coca ilegal, pero que prefirió aprovechar el nuevo cultivo: el café.
“Todos los días hablo de café, tomo café. Yo empecé a promocionar este café sin saber tomar, sin saber preparar”, detalla.
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