Sigo con la serie de artículos dedicados las medidas más importantes que se requieren para que la Policía sea funcional a las necesidades urgentes de la seguridad ciudadana. Como en anteriores ocasiones, no entro en detalles, pero considero que todas son medidas viables concretas y que pueden tener efectos desde el corto plazo.
5.- Reconstruir la institucionalidad de lucha anticorrupción.
La Policía no está comprometida a fondo con la lucha contra la corrupción en sus filas.
Hay, por supuesto, iniciativas en ese sentido. Hay gente valiosa que si lo valora, pero como institución, la racionalidad es otra. Y sin disminución radical de la corrupción nada va a funcionar.
Entre otras propongo tres medidas urgentes para cambiar esa racionalidad.
a.- Fortalecer la Inspectoría.
No llenándola de más gente, ni sirviendo como el huesero que es hoy. Quizás, por el contrario, reduciéndola y aligerando en el camino su excesiva lógica burocrática.
El inspector general tiene que ser un policía absolutamente impecable, de trayectoria respetada en la institución y fuera de ella que esté en línea de carrera para ser director general.
Todos los miembros de la Inspectoría deberán provenir del escalafón 1 que hemos descrito en el artículo anterior. Es decir de los policías seleccionados para pertenecer y liderar la nueva Policía Nacional del Perú.
b.- Rescatar la oficina de Asuntos Internos.
Creada en el marco de la reforma de 2001 a 2004 con ayuda del FBI, su función es hacer investigación interna de denuncias de mafias de corrupción el interior de la institución policial y por añadidura también en el resto del ministerio del Interior.
En su momento pudo desbaratar algunas mafias que incluyeron hasta un general de la Policía y su potencialidad es enorme en la medida en que se ubica fuera de la racionalidad burocrática de la institución.
Tiene que ser una oficina pequeña con recursos adecuados, dirigida por un civil, dividida en pequeñas unidades mixtas de investigación (civiles y policías) a cargo de casos seleccionados por el ministro y el director general, trabajando en secreto y en estrecha coordinación con el Ministerio Público.
Los policías que pertenezcan a esta unidad gozarán de inmunidades, protecciones y privilegios para los años siguientes de su carrera.
c.- Institucionalización de los pactos de integridad.
Como he señalado antes todos los policías que pertenezcan al escalafón 1 tienen que estar dispuestos a pasar sin previo aviso por pruebas de integridad, incluyendo el polígrafo, investigaciones especiales sobre su conducta y aceptar por escrito que pueden ser “tentados” a cometer actos de corrupción, por funcionarios encubiertos.
Nadie obliga a los policías a pasar por esas pruebas, pero sería el requisito para ingresar y permanecer en el escalafón 1.
En el siguiente artículo mencionaré los ámbitos fundamentales en los cuales hay que luchar contra la corrupción en la Policía.